La
investigadora del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica, Rosa Amelia
González Lópezlira, estuvo al frente de la investigación internacional por la
que se descubrieron los cúmulos globulares de la galaxia espiral Messier 106
(M106), formados poco después del Big Bang.
La
académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que los
cúmulos globulares son conglomerados muy brillantes ubicados en las galaxias,
conformados por 100 mil a un millón de estrellas, que además son objetos muy
viejos, de los que “la Vía Láctea cuenta con 160 de ellos”.
“La
hipótesis es que la distribución espacial que observamos es la misma que tenían
cuando se formaron. Entonces ese disco de cúmulos, que no ha sido perturbado,
podría darnos información sobre etapas muy tempranas de la evolución del
Universo”, abundó.
Las
concentraciones estelares en M106 fueron analizadas con dos telescopios
internacionales y lo descubierto no se “había sido observado nunca antes” por
lo que los resultados, que también
pueden proporcionar claves de cómo se fueron ensamblando las
galaxias, se publicaron en la revista
The Astrophysical Journal.
En el
proyecto colaboraron 13 científicos provenientes de Australia, Alemania,
Brasil, Chile, Francia, Dinamarca y México, país por el que también
participaron Divaraka Mayya,
investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, así
como Laurent Loinard y el estudiante Luis Lomelí.
Los
astrofísicos observaron primero desde el telescopio Canadá-Francia-Hawái,
ubicado en esta isla, y luego en el Gran Telescopio Canarias, localizado en la
isla de La Palma, en el que “utilizamos un espectógrafo multiobjeto, llamado
OSIRIS, con el que se pueden obtener varios espectros a la vez”, explicó la
investigadora.
Estudios de este tipo en más galaxias espirales podrán aclarar el papel de las hipótesis propuestas para el ensamblaje de las galaxias, sus sistemas de cúmulos globulares y sus agujeros negros, puntualizó.
Informador.