El trasplante de útero, que puede ser tan complicado
como el de riñón, ya es una realidad en el País.
Un grupo de 15 especialistas médicos, encabezados por el
médico Jaime Escárcega Preciado, logró realizar el primer trasplante de útero
en México a una mujer que padecía el Síndrome de Rokitansky, que se caracteriza
por nacer sin útero.
El especialista conoció a la paciente en 2011, cuando tenía
19 años, pero fue hasta principios de este 2019 cuando se llevó a cabo el procedimiento
tras haber estudiado casos similares en otros países.
El también director médico del Centro de Reproducción
Asistida Gestar Star Médica, con sede en Chihuahua, detalla que el médico sueco
Mats Bränsntröm, en 2013 logró realizar el primer trasplante de útero exitoso
en el mundo y en 2014 dio a conocer el nacimiento del primer bebé de una mujer
trasplantada con este órgano.
"Esta técnica nosotros no la inventamos. Es una técnica
que, ahorita, ya no está en investigación, ya probó su efectividad. Van 52
casos hasta noviembre de 2018, ya hay 13 niños que nacieron, hay varias señoras
embarazadas y otras que esperan un útero para ser transferidas. Es una
alternativa más de tratamiento", dice Escárcega.
Escárcega Preciado reunió a un grupo de expertos: cuatro
anestesiólogos, dos biólogos de la reproducción, un cirujano cardiovascular, un
cirujano vascular, un ginecólogo oncólogo, un cirujano general, un cirujano
plástico, dos nefrólogos y dos residentes.
Escribió un protocolo de investigación y solicitó permiso a
la Cofepris y al Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) para realizar el
primer trasplante de útero en México. Cuatro años después, en abril de 2018,
recibió la autorización.
"Posteriormente a esto le hablé a la jovencita. Le dije
que era el primero, que teníamos los permisos legales, le expliqué que un
trasplante de útero es muy similar a un trasplante de riñón y que los médicos
que me ayudarían han hecho cerca de mil trasplantes de riñón. Una experiencia
brutal. Le dije que estábamos listos para hacerlo y ella me dijo que sí".
El siguiente paso fue buscar una donadora.
Una donante de útero debe tener entre 45 y 65 años, ya no
estar en etapa reproductiva, no haber padecido infecciones ni estar enferma.
El trasplante se llevó a cabo el 18 de febrero de 2019 y
duró 5 horas con 32 minutos. Los médicos que participaron en la intervención
son del Hospital Star Médica de Chihuahua y del Christus Muguerza Hospital del
Parque. Ninguno cobró por su servicio.
La Secretaría de Salud y el ISSSTE estatales han contribuido
con los medicamentos inmunosupresores que requiere la paciente para que su
cuerpo no rechace el órgano trasplantado.
"No sabemos en este momento si el útero va a seguir
adelante, pero estamos muy optimistas porque cada vez lo vemos mejor.
"Ella quiere dos hijos, quiere embarazarse, anhela ser
mamá, se acaba de casar. Es una mujer muy valiente y nosotros agradecemos su
confianza", narra el médico.
Con este procedimiento, México se colocó en el décimo tercer
país que logra un trasplante de útero.
Una década antes, en el año 2000, Arabia Saudita hizo el
primer intento de trasplante de útero. Aunque falló en ese entonces, otros
médicos continuaron intentando.
Reforma