Un exingeniero de Google y YouTube, Chris Zacharias, ha
desvelado un plan secreto para que YouTube acabase con el navegador
Internet Explorer 6. Fue un complot orquestado por trabajadores de YouTube, sin
que Google se enterase. Y surtió efecto. El tráfico de YouTube a través
de Internet Explorer 6 cayó a la mitad en solo un mes. Google Chrome tenía
el camino libre.
La historia la cuenta Chris Zacharias en su blog.
Ocurrió en junio de 2009. Por aquel entonces YouTube ya pertenecía a Google,
pero aún no se había integrado al 100% en la compañía. Mantenía cierta
independencia, hasta el punto de que ciertos empleados veteranos
tenían una cuenta llamada OldTuber, que permitirá saltarse la vigilanciade
Google, y trabajar directamente en el código de YouTube. Se usaba en
situaciones de emergencia.
En 2009 el 18% del tráfico de YouTube llegaba a través de
Internet Explorer 6. Los desarrolladores de YouTube odiaban el navegador,
porque resultaba difícil adaptar el reproductor de YouTube para hacerlo
compatible con Internet Explorer 6. Así que, sin consultar con Google, pusieron
en marcha un complot: crearon un banner en donde decían que YouTube dejaría de
ser compatible con Internet Explorer 6 en breve.
Este banner solo lo veían los usuarios con Internet Explorer
6, y como usaron una cuenta OldTuber para añadirlo al código y en la
empresa no usaban Internet Explorer 6, Google tardó un tiempo en darse cuenta.
Pero la prensa no: las principales webs de noticias
publicaron el aviso de que YouTube pronto dejaría de funcionar en Internet
Explorer 6.
Enseguida el jefe de relaciones públicas de
Google y dos abogados de la compañía acorralon a los ingenieros de
YouTube con preguntas. Google Chrome se había lanzado hacía algunos meses,
y tenían miedo de que Microsoft los denunciara por competencia desleal (dejar
de dar soporte a un navegador para promocionar el suyo).
Pero Chris Zacharias y su equipo se habían
cubierto las espaldas. Como se puede ver en la imagen superior, el banner
avisaba del fin del soporte de IE 6, pero también pedía a cambio instalar una
alternativa como Firefox 3.5 Chrome o Internet Explorer 8.
Los abogados respiraron aliviados, pues el complot dejaba de
ser un problema legal, y se quedaba en un problema técnico. Aunque quitaron el
banner, la repercusión fue tal que Internet Explorer 6 cayó del 18 al 9% del
tráfico de YouTube en solo un mes.
Los ingenieros rebeldes de YouTube no fueron castigados. Según afirma Chris Zacharias, "llegaron a la conclusión de que el fin justifica los medios". Pero un plan secreto de este tipo ya nunca más sería posible. YouTube se integró en Google, y los controles de la compañía impiden que nadie cambie el código de YouTube sin que Google lo sepa.