Una garrapata que es dos veces más grande que la común,
más rápida y agresiva ha sido vista en Drenthe, en los Países Bajos. Una mujer
la detectó en uno de sus caballos. Su inusual tamaño, sus largas patas y la
rapidez con la que se movía llamaron de inmediato su atención y la de las
autoridades sanitarias, que iniciaron una investigación para identificarla.
La semana pasada, el Instituto Nacional de Salud Pública y
Medio Ambiente del país anunció que se trataba de una especie nativa de otros
continentes conocida como 'Hyalomma marginatum'. Además, confirmó que otro
ejemplar de este ácaro había sido detectado en la región semanas antes, publica
el portal de noticias RT.
Estos artrópodos, originarios de África y Asia, son casi dos
veces más grandes que la garrapata común ('Ixodes ricinus') y mucho más
rápidos.
La también llamada “súpergarrapata” pueden medir hasta seis
milímetros de largo y crecer alrededor de dos centímetros cuando están llenos
de sangre. Pero aún peor que eso, esta especie posee un comportamiento mucho
más activo y agresivo que la hace más peligrosa.
Las garrapatas más conocidas permanecen ocultas en la
vegetación y esperan a que sus víctimas pasen cerca para caer sobre ellas. Sin
embargo, la 'marginatum' es capaz de correr hacia un huésped cuando
percibe ciertas señales como vibraciones en el suelo, olores (dióxido de
carbono, amoníaco) o calor corporal. Pueden identificar visualmente un objetivo
desde una distancia de nueve metros, explica el Centro Europeo para la
Prevención y el Control de Enfermedades.
¿Hay que alarmarse por la súpergarrapata?
En el noroeste de Europa se han encontrado cerca de 50 de
estas garrapatas, lo que ha generado preocupación porque estos animales
actúan como vectores del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Сongo, una
enfermedad infecciosa grave que causa en humanos dolor articular, vómito y
sangrado, entre otros síntomas. En casos graves puede llevar al fallo
hepatorrenal y posteriormente al coma.
Las pruebas a los especímenes detectados en Países Bajos
dieron negativo para el patógeno responsable de la dolencia. No obstante, en la
garrapata de Drenthe se encontró la bacteria 'Rickettsia aeschlimannii',
que causa un tipo de fiebre con erupción cutánea pero fácil de tratar con
antibióticos.
Es probable que la 'Hyalomma marginatum' haya viajado largas
distancia entre continentes con ayuda de aves migratorias que le sirven de
huéspedes temporales. Los plumíferos infestados llegaron a los Países Bajos y
otros territorios menos frecuentes debido a las altas temperaturas anormales en
Europa. Los expertos profundizarán en este tema para evaluar los posibles
riesgos a futuro.