En una sola audiencia, José Antonio E. J. fue imputado
y vinculado a proceso como presunto responsable de causar
un accidente, en el que un niño de dos años de edad quedó prensado por
un automóvil en una calle del fraccionamiento Zazil-Ha, en el sur
de Mérida.
Aunque el menor falleció a consecuencia de complicaciones
por las lesiones que sufrió en el percance vial, los fiscales no pudieron
acusar de homicidio al presunto responsable, pues el deceso ocurrió más de 90
días después de los hechos y la autopsia determinó que la causa de la muerte
fue neumonía. Por ello, la acusación es por lesiones que pusieron en peligro la
vida cometidos por culpa.
Los hechos sucedieron el 15 de septiembre de 2018, cuando el
ahora imputado, borracho, conducía un tráiler sobre la calle 123 del
fraccionamiento Zazil-Ha, cuando en el tramo entre la 52 y 52-A, perdió el
control del vehículo y colisionó con un Jetta estacionado.
Por el impacto, el automóvil se subió a la banqueta y
atropelló al niño de dos años de edad, quien quedó prensado contra la pared, de
modo que resultó con múltiples lesiones en bazo, pulmones, columna vertebral,
cadera y ambas piernas.
El niño recibió los primeros auxilios de paramédicos de la
Secretaría de Seguridad Pública (SSP), y fue trasladado a un hospital.
A pesar de que el menor sobrevivió al accidente y fue dado
de alta, falleció posteriormente por complicaciones de las lesiones que sufrió
y que fueron deteriorando su salud.
En la audiencia realizada este viernes en el Centro de
Justicia Oral, el acusado fue imputado y vinculado por el delito de lesiones
que pusieron en peligro la vida.
El juez primero de control, Antonio Bonilla Castañeda, le
fijó una garantía económica de cinco mil pesos, le prohibió salir de la
península, no acercarse a las víctimas indirectas -padres del niño fallecido-,
y estar bajo la vigilancia del Centro Estatal de Medidas Cautelares.
También fijó un plazo de dos meses a los fiscales para el cierre de investigación de este caso.