Ciudad de México.- Krampus: mitad cabra, mitad demonio;
una bestia horrenda que literalmente azota a la gente hasta que se vuelve
buena. No, Krampus no es precisamente un personaje agradable: tiene cuernos,
pelo oscuro y colmillos. Es un anti San Nicolás que viene con una cadena y unas
campanillas, así como una serie de varas de abedul para azotar a los niños
malos. A continuación, se lleva a los niños malos al inframundo.
Pero, ¿cuáles son los orígenes de este «demonio navideño»?
Su nombre se deriva de la palabra alemana krampen, que
significa garra, y se cree que es el hijo de Hel en la mitología nórdica. La
bestia legendaria también comparte los rasgos de otras criaturas demoníacas y
terroríficas de la mitología griega, como lo sátiros o los faunos. La
leyenda forma parte de una traducción navideña secular en Alemania, donde las
celebraciones de Navidad comienzan a principios de diciembre.
De acuerdo con National Geographic, Krampus se concibió como
contrapartida al amable San Nicolás que daba golosinas a los niños. El monstruo
azotaba a los niños malos y se los llevaba a su guarida. Según el folclore,
Krampus aparece la noche antes del 6 de diciembre, conocida como Krampusnacht o
«noche de Krampus». El 6 de diciembre también es el Nikolaustag o «día de
San Nicolás», cuando los niños alemanes comprueban si el zapato o la bota
que han dejado la noche anterior contiene regalos (una recompensa por su buen
comportamiento) o una vara (para los malos).
Una perspectiva más moderna de la tradición en Austria,
Alemania, Hungría, Eslovenia y la República Checa consiste en que hombres
borrachos se vistan de demonios y vaguen por las calles en un Krampuslauf, una
especie de carrera de Krampus en la que persiguen a la gente.
Pero, ¿por qué asustar a los niños con un monstruo demoníaco
y pagano? Quizá sea una forma de que los humanos entren en contacto con su lado
animal. Estos impulsos podrían estar relacionados con asumir una «personalidad
dual», según António Carneiro, que habló a la revista National Geographic sobre
las tradiciones paganas rescatadas. La persona que se viste de monstruo «se
vuelve misteriosa», explicó.
La Iglesia católica prohibió durante años la terrorífica
presencia de Krampus y las escandalosas celebraciones, y durante la Segunda
Guerra Mundial, los fascistas veían a Krampus como algo vil, porque se
consideraba una creación de los socialdemócratas.
Pero Krampus parece estar reapareciendo en algunos países,
en parte gracias a la cultura pop, ya que la gente busca celebrar estas
festividades de formas poco tradicionales. National Geographic ha publicado un
libro en alemán sobre este monstruo navideño. En Estados Unidos, la gente está
sumándose a la moda de las «fiestas de Krampus». Por su parte, Austria intenta
comercializar este duro personaje vendiendo chocolate, figurines y cuernos
coleccionables.
Leyenda de Krampus
Según la leyenda, este demonio aparece en la noche del 5 al
6 de diciembre, merodeando las calles durante esa noche en lo que se conoce
como Krampusnacht (La noche del Krampus, en alemán) ya sea solo o junto a San
Nicolás, haciendo sonar cencerros y cadenas oxidadas para asustar con su
presencia.
Su apariencia es representada por una criatura parecida a un
Íncubo. Su rostro diabólico está adornado con cuernos en la frente, una larga
lengua roja y una cabellera negra. Tiene el cuerpo cubierto por un tupido
pelaje oscuro, y sus patas son de cabra, similares a las de un fauno. En la
mayoría de imágenes es mostrado con una canasta en su espalda, en donde coloca
a los niños malos para llevarlos al infierno y comérselos.