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La discusión de una pareja acaba en una tragedia
PISTÉ, Tinum.- Una discusión conyugal terminó en la muerte de un matrimonio, cuando José Luis Hau Uicab de 29 años, asesinó de un balazo a su esposa Gregoria Inés Aguilar Nahuat, de 27, y luego se suicidó de un disparo en el pecho.
De acuerdo con las investigaciones realizadas en el lugar de los hechos, la pareja tenía problemas de manera constante y discutía frecuentemente debido a que Hau Uicab tenía una novia en Xocenpich, quien, según versiones, tiene cuatro meses de embarazo.
El domingo por la mañana Gregoria Inés Aguilar decidió abandonar la casa conyugal, situada en el fraccionamiento “Chac-mol”, para ir a vivir con sus padres.
Ayer lunes, poco antes de las tres de la tarde, José Luis Hau Uicab pidió a su hermana Carolina que convenciera a su esposa de que regresara al hogar, ya que quería hablar con ella.
La hermana del suicida-homicida fue por su cuñada, quien accedió a regresar a la casa y dialogar con su marido. La pareja se quedó sola en el lugar de los hechos.
Minutos más tarde llegó a la casa Yolanda Aguilar Nahuat, hermana menor de Gregoria, quien vio al matrimonio platicando en el cuarto.
Debido a que la ahora occisa afirmó a su hermana que regresaría al hogar paterno, Yolanda le dejó encargado a su pequeño hijo, de 3 años, Jonathan Zamora Aguilar.
El niño se quedó en la sala, mientras el matrimonio, que no tuvo hijos, se encerró en un cuarto a discutir.
De acuerdo con lo que vio el pequeño, en un momento que abrieron la puerta de la pieza Hau Uicab trataba de matar a su esposa ahorcándola con una cuerda. El niño fue entrevistado por una sicóloga.
A las 3:17 p.m. se escuchó un disparo, pero nadie salió de la habitación y sólo se oía el ruido del televisor que estaba encendido.
Diez minutos después se escuchó el segundo disparo, y el niño salió corriendo de la casa. En la calle lo recibieron algunos vecinos, quienes también escucharon la discusión y los disparos.
Una persona avisó al hermano del suicida. Cuando el pariente llegó, forzó la puerta del cuarto y vio a su hermano muerto y boca arriba, con el disparo en el pecho, Luego lo abrazó y trató sin éxito de reanimarlo.
El cuerpo de Gregoria estaba parcialmente bajo la cama. Su cabeza estaba semicubierta con una sábana.
En el suelo de la habitación había un enorme charco de sangre, según el personal de la fiscalía estatal.
José Luis utilizó una escopeta calibre 22 que tenía en su casa y siempre mantenía cargada, según trascendió.
El menor que vio casi todo es atendido psicológicamente ya que permanecía en estado de conmoción. Según las investigaciones, el homicida-suicida era “martillo” de un taxi, pero su trabajo era eventual. Su esposa trabajaba de mesera en un restaurante, donde atendía a turistas.