Luego de que durante la recta final de 2019 la ciudad de Venecia, capital de Véneto, en Italia, se vio afectada por inundaciones provocadas por las mareas altas históricas, ahora este centro de amor y turismo padece una grave sequía que amenaza con paralizar las principales actividades que nutren a la economía local; restaurantes y hoteles, los más agraviados.
Una marea excepcionalmente baja afecta a los distritos San Polo y Santa Croce, en Venecia, dificultando la navegación a través de canales internos de la ciudad de Italia. En algunos casos la sequía, incluso, impide el paso de embarcaciones y el transporte de mercancías, vital para los habitantes y centros de esparcimiento. Los innavegables canales también perturban a servicios de emergencia y seguridad.
La sequía en Venecia se debe a un fenómeno conocido como la secche della Befana o sequías de la Befana, una festividad religiosa en torno a una figura típica del folclore italiano. Las autoridades de la ciudad informaron que la marea baja no afecta a los principales canales. Este fenómeno orilló a los gondoleros a cuestionarse, de nuevo, el tema del mantenimiento de los canales.
Los trabajadores buscan eliminar el lodo de canales en los que ofrecen paseos. Sin embargo, la falta de fondos, tanto privados como públicos de Venecia, no se los permite.
La sequía hizo que el agua alcanzara 45 centímetros bajo el nivel del mar; volviendo intransitables los canales.
Durante las inundaciones sufridas a fines del año pasado, la fuga de turistas de Venecia provocó la cancelación de 45% de reservaciones, según datos de la Asociación Veneciana de Hoteleros. Aquellos inversores del sector señalaron que las imágenes de la excepcional marea del 12 de noviembre dieron la vuelta al mundo, la peor desde 1966.
Ahora, la sequía amenaza con generar el mismo efecto entre los turistas.
Durante la Navidad de 2019, Venecia se vio afectada por mareas altas (acqua alta) que paralizaron la ciudad lacustre. Diez días después de una serie de mareas altas inéditas desde hace varias décadas, Venecia conoció una nueva acqua alta, con un pico a 130 centímetros por encima del nivel medio del mar. La sequía, aunque contrastante con las anegaciones, tiene efectos similares en la ciudad.
Si bien es difícil atribuir una catástrofe específica a un desarreglo climático, la multiplicación de los fenómenos extremos se adecua a las previsiones de los científicos: canículas excepcionales en Europa; incendios devastadores en Siberia, Australia y América; paso de un ciclón Idai en el país Mozambique, así como Venecia bajo y sobre el agua en muy breve tiempo.
