En la rutina diaria se utilizan un sinfín de aparatos electrónicos, desde el celular, pantallas, computadoras y más artefactos que se actualizan, pero cuando su vida útil acaba ¿a dónde va la basura electrónica?
Desde simples cargadores o audífonos que ya no funcionan, celulares que se cambian cada cierto tiempo, impresoras o electrodomésticos que dejaron de funcionar, y computadoras en desuso, son todos residuos electrónicos.
Algunos se almacenan en las viviendas a la espera de pensar qué se puede hacer con ellos, pero otros son depositados en la basura común y escondidos entre otro tipo de desperdicios llegan hasta el relleno sanitario e incluso a basureros clandestinos.
Según un informe de la Universidad de las Naciones Unidas sobre la Basura Electrónica en 2017, México es uno de los países que más genera este tipo de residuos en Latinoamérica, sólo por debajo de Brasil.
Se estima que un mexicano genera de siete a diez kilos de basura electrónica al año, mientras que en el mundo se genera un total de 44 millones de toneladas de estos residuos en el mismo periodo.
Pero a decir de este informe, lo que preocupa a los expertos es que cada tres años los residuos electrónicos y eléctricos incrementarán hasta casi un 30% y la que se recicla es mucho menor, en el caso de México sólo el 17%.