Corea del Norte realizó su tercera prueba armamentística en este año, un acto que ha disparado la tensión entre sus vecinos en medio de la pandemia de coronavirus, cuya situación en ese país es un misterio.
Los medios estatales norcoreanos confirmaron que su Ejército llevó a cabo una prueba de artillería con una nueva arma táctica guiada bajo la supervisión de su líder, Kim Jong-Un, para corroborar y mostrar a sus oficiales “el poder” de un nuevo sistema que les será entregado a sus unidades.
“El lanzamiento demostró claramente las características de las diferentes trayectorias de vuelo y ángulos de caída, la precisión de los proyectiles guiados y su poder”, informó la agencia de noticias KCNA.
El líder norcoreano advirtió en su discurso de Año Nuevo la intención de su país de dar un giro en su política de defensa tras el diálogo frustrado sobre desnuclearización con Estados Unidos.
Las pruebas de fueron criticadas por Corea del Sur, que las calificó de “un acto muy inapropiado” en el actual contexto de lucha contra la pandemia y pidió a su país vecino que cese de inmediato estas actividades.
Por otra parte, Kim Yo-Jong, miembro del comité central del Partido del Trabajo, desveló que el presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, envió una carta a Kim Jong-Un expresando “su intención de cooperar en el trabajo contra la epidemia”.
Según la funcionaria norcoreana, Trump también “explicó su plan para impulsar las relaciones entre los dos países y mostró su voluntad de mantener el contacto estrecho con el líder en el futuro”.
Las relaciones entre Washington y Pionyang se han enfriado de forma progresiva desde la fallida cumbre de Hanói, en febrero de 2019.
