MÉRIDA, Yuc.- Ya que hay establecimientos que se rehúsan a dejar de operar, en el operativo que se llevó al cabo en las calles del Centro de Mérida, policías y militares invitaron a los propietarios a bajar sus cortinas, y a varios no les quedó más remedio que hacerlo.
Desde temprano, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de la Policía Municipal de Mérida, militares y personal de la Guardia Nacional recorrieron el primer cuadro de la ciudad para invitar a los establecimientos y ciudadanos a acatar las medidas sanitarias.
Dos grandes tiendas de electrodomésticos, Elektra y Coppel, trabajaban de manera normal, hasta que los agentes que llegaron a las puertas y los exhortaron a cerrar y aunque en un principio estuvieron renuentes porque no estaban de acuerdo, finalmente obedecieron.
Personal de Elektra, tras el exhorto de los mandos policiacos, tuvo que colocar un cinta amarilla y prohibir el paso a las personas; algunos clientes se extrañaron porque momentos antes pudieron ingresar a realizar unos trámites, pero no pudieron concluirlos.
Susto
Varios transeúntes se asustaron al ver que policías y los militares se estacionaron a las afueras de esa tienda y murmuraban que algo grave había sucedido en la zona.
Una persona quiso ingresar a Coppel de la 58 pero un militar le informó que estaba cerrado, pero no se conformó y se acercó a la puerta del establecimiento pero no lo dejaron entrar a la tienda.
El convoy (patrullas, antimotines, camionetas de soldados) “asustó” a las pocas personas que transitaban por el Centro y por altavoz se invitaba a los transeúntes a retirarse a sus casas si ya no tenían nada más qué hacer en el Centro.
En los cruceros se podía observar elementos de la Policía Municipal que dirigían el tránsito e invitaban a las personas a irse a sus domicilios y en el mercado, sólo en la zona de los pescados, un puesto estuvo laborando y atendiendo a las personas que llegaron a hacer compras de mariscos.