Cada día que pasa, se incrementa la actividad en los crematorios del panteón de San Nicolás Tolentino, de la alcaldía de Iztapalapa, donde de acuerdo con los trabajadores, están incinerando a un promedio de 20 cuerpos diarios, la mayoría por Covid-19.
Ello obligó a las autoridades del panteón a establecer filtros en el acceso principal, con la finalidad de reducir los posibles contagios.
Para las inhumaciones de aquellos que no estén relacionadas con el padecimiento por coronavirus, se permite el ingreso de 15 personas; si van al crematorio, sólo cinco familiares; sin embargo, en los casos de coronavirus confirmado, sólo un familiar puede reconocerlo y darle el último adiós.
Esta situación ha generado el malestar de los familiares, debido a que muchos de los deudos se quedan en el acceso principal del camposanto, donde se han dado algunas discusiones, pues pretenden despedirse de él.
Esta casa editorial visitó el panteón, ubicado en la zona oriente de la capital del país, y en un lapso de una hora ingresaron cinco cuerpos a los crematorios, de los cuales en las actas de defunción se podía leer como causa del deceso: “Covid-19” o “Neumonía atípica, posible Covid-19”.
En el lugar comenzaba a formarse una fila de carrozas, en espera de que los incineradores del panteón se desocuparan. Según los trabajadores, la situación podría ponerse peor en los próximos días, lo que provocará una gran saturación.
El gobierno de la Ciudad de México dijo que se preparó para la contingencia del coronavirus y compró con antelación 5 mil bolsas para cadáveres y aseguró de que en caso de ser necesario hará otro pedido más.
