La emergencia sanitaria frenó el sueño de Maximiliano Rojas para concluir la preparatoria. El joven, quien tiene una discapacidad motriz, no ha podido avanzar porque el programa Aprende en Casa, de la Secretaría de Educación Pública (SEP), no le funciona.
La estrategia de la dependencia para atender a al menos 621 mil 628 niños con discapacidad, necesidades especiales o aptitudes sobresalientes consiste en cuatro páginas de consejos para padres y docentes.
Sin embargo, Maximiliano Rojas lamenta que los estudiantes con discapacidad no sean considerados en los programas educativos.
“No piensan en nosotros y eso está mal, porque deberíamos ser incluidos. Creo que no les importamos”, opina.
Como él, al menos otros 621 mil 628 alumnos de educación obligatoria viven con alguna discapacidad y ahora enfrentan adversidades.
En el ciclo escolar 2018-2019, la dependencia federal atendía a 99.6% de los 624 mil 371 niños con necesidades especiales de aprendizaje que acuden a la escuela. El 4% restante —2 mil 743— es atendido en instituciones privadas.
De ellos, 145 mil menores tienen ceguera, baja visión, sordera, hipoacusia y discapacidad motriz o intelectual; 22 mil 163 tienen aptitudes sobresalientes —son los “niños genio”— y 428 mil 436 van a la escuela con padecimientos siquiátricos, como esquizofrenia, trastorno bipolar u obsesivo compulsivo, así como con problemas de conducta, comunicación y lenguaje o aprendizaje.
Otros viven con trastorno de déficit de atención e hiperactividad, o trastornos generalizados del desarrollo, como autismo o Síndrome de Asperger.
Para atender a este sector en la contingencia, la Secretaría de Educación Pública diseñó una estrategia de tres documentos: dos páginas con orientaciones para especialistas en educación especial, dos más con consejos para padres de familia y tres párrafos para docentes.
La SEP les pidió a los maestros que adecúen los contenidos de Aprende en Casa a las necesidades de sus estudiantes; no obstante, según especialistas, los docentes son quienes hacen uso de su imaginación para continuar trabajando.
“Los maestros de unidades de apoyo, centros de atención múltiple y maestros sombra siguen en contacto con sus alumnos, pero por su cuenta, en un esfuerzo invisible, no coordinado por las autoridades.
“Los niños con discapacidad están marginados. Ya pasaba regularmente, pero en estas condiciones su situación se agravó”, dice David Calderón, presidente de la organización Mexicanos Primero.
Por su parte, Pedro Hernández, dirigente de la Sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en la Ciudad de México, dijo que el problema es que no hay apoyo institucional.
“El programa Aprende en Casa trata a todos los niños como si fueran iguales y tuvieran un espacio para seguir las transmisiones y apoyo al 100% de sus padres”, critica.
Mientras, Gloria Larios, profesora de un CAED en Nogales, Sonora, indica que “la pandemia ha tenido un impacto muy grande en nuestra dinámica. Nos esforzamos sobre todo en tener la atención de los niños, porque algunos ni siquiera cuentan con las herramientas digitales para continuar con sus clases en línea”.
La SEP atiende a niños con necesidades educativas especiales, a través del área de Educación Especial de la Dirección General de Desarrollo Curricular (DGDC). La Educación Especial es una modalidad de la Educación Básica con servicios educativos escolarizados y de apoyo. Ofrece atención educativa en los niveles de inicial, preescolar, primaria, secundaria y formación para la vida y el trabajo.
Está dirigida a niños, jóvenes y adultos, “que enfrentan barreras para el aprendizaje y la participación, por presentar una condición de discapacidad, capacidades y aptitudes sobresalientes o dificultades en el desarrollo de competencias de los campos de formación del currículo”.
El Universal.