Coahuila. En medio de los festejos del Día de la Madre, cientos de vehículos desbordaron los Puentes Internacionales de Piedras Negras e Eagle Pass, Texas, para acudir a restaurantes y visitas al mall de las Águilas, que por decreto estatal ya se encuentra en funciones regulares en el estado vecino, aunque con restricciones sanitarias.
Desde temprana hora cientos de vehículos empezaron a abarrotar las hileras de los puentes internacionales I y II de Piedras Negras formando una larga fila de más de dos kilómetros hasta la llegada a las aduanas de Estados Unidos.
Aunque desde días pasados se habían registrado filas donde las personas tardaban hasta cuatro horas en cruzar de Piedras Negras a la frontera de Texas, en este día, de acuerdo con los reportes de ciudadanos nigropetenses en redes sociales, el tráfico ha sido tan alto este 10 de mayo, que algunos de los viajes se realizaron por otras fronteras más desahogadas como Acuña.
De acuerdo con Ramón González, administrador del puente internacional número 1, estos cruces han permanecido a la baja y con cifras similares a las que se habían registrado en días anteriores, pues los filtros sanitarios para personas mexicanas permanecieron implementados, aunque las actividades económicas hayan registrado sus avances.
“Las personas que están cruzando son gente que son residentes o ciudadanos, y que viven en Piedras Negras, o que van a situaciones de trabajo”, expresó el administrador, ahondando que para personas mexicanas que cuentan con visa, todavía se encuentra restringido el acceso a excepción de que acrediten que van por cuestiones consideradas como esenciales en el decreto federal de los Estados Unidos.
Aunque las filas se han visto notablemente incrementadas, los datos de la administración fronteriza, aseguran los cruces han permanecido entre los mil y los mil 100 cruces, que representan a un 10 por ciento del tránsito normal diario en Piedras Negras e Eagle Pass.
En esta misma ciudad, también hubo afluencia y filas desde vehículos en restaurantes y tiendas de autoservicio, de donde los clientes partían con decenas de platillos y pasteles en mano.