“Lo hago por él”, reconoce Denis Tovar al romper en llanto, durante ocho años ha sido voluntaria en la Cruz Roja delegación Estado de México, pero hoy ser Técnico en Urgencias Médicas es un reto para superar los miedos, pues el Covid-19 ha cambiado su dinámica en casa, en especial con su pequeño Mateo, de apenas seis años, quien es su motor para seguir ayudando a otros.
Cada que sale de turno y llega a casa, Denis se desviste, se baña, se desinfecta y lo mismo hace con su ropa, sabe que el riesgo de llevar el SARS-CoV-2 a su seno familiar es alto y al tener un pequeño con discapacidad, no escatima en la sanitización.
EXPERIENCIA
Sus 27 años de edad, nunca imaginó vivir una pandemia. “Ha sido muy difícil en cuestión de economía, en cuestión de que hay muchos servicios y de todos modos tienes que ir preparada para ver si no te toca un paciente con Covid-19, tú no sabes si te toca, no sabes si están contagiados o si todavía no presenta síntomas, entonces tienes que ir cuidado al 100 por ciento”.
Afortunadamente, señala, como es madre ahora se desempeña atendiendo el teléfono de emergencias, al que la gente llama para decir que tiene síntomas, para preguntar qué hacer en caso de tener la enfermedad; aunque sabe que si se necesita, tendrá que salir a campo. Además de ser rescastista, también estudia Criminología.
Es una de las experiencias más bonitas que la vida te puede dar, pero también de las más difíciles, ya que no naces sabiendo ser madre” Denis Tovar/Paramédico de la Cruz Roja.
