Al hacer un balance de su gestión, López Obrador dijo que
las tres cosas de las que se siente orgulloso es la atención a los pobres, el
combate a la corrupción y que su gobierno no es uno represor.
Dijo que es el mandatario
más atacado por adversarios en los últimos 100 años, y aun así su gobierno no
ha optado por la censura, sino por la libertad de expresión.
Al hacer un balance a dos años de su triunfo en el proceso
electoral de 2018, el mandatario dijo que las tres cosas que más le satisfacen
de estar al frente del gobierno federal es la atención a los pobres, “eso me
fortalece mucho en lo interno, en lo espiritual” y el combate a la corrupción
porque “se trata de la pese, hablando en términos de pandemias, la peste más
funesta”.
“No encabezo un gobierno autoritario, no hemos participado
en violaciones de derechos humanos, que no ha habido masacres, que no se ha
utilizado al Ejército ni a la Marina ni a los cuerpos de seguridad para
reprimir a los mexicanos. Añadiría que, yo agrego una más, me place mucho el
que a pesar de ser el Presidente más atacado de los últimos 100 años, la
respuesta sea la libertad y no la censura”, señaló.
En cambio, el mandatario dijo que lo que más le ha
preocupado a lo largo de estos dos años tras ganar las elecciones es
principalmente conseguir la paz para los mexicanos y la pérdida de vidas
humanas.
Además, calificó la explosión de Tlahuelilpan como el hecho
más doloroso que le ha tocado vivir al frente de la presidencia y las
adversidades que ha generado la epidemia de covid-19.
“En una de mis intervenciones dije de manera sincera: tan
bien que íbamos, porque el peso se estaba fortaleciendo, estábamos sentando las
bases para el crecimiento de la economía, aumento del salario mínimo, viene la
pandemia y afecta sin duda, son de las cosas que estamos enfrentando.
Básicamente eso, soy optimista, creo que vamos a salir bien. Lo más importante
de todo es que tenemos que no hemos dejado de actuar en favor de la
transformación”, apuntó.