En menos de 48 horas se decidirá el futuro de la Liga
Mexicana de Beisbol que aunque hace unas semanas dio a conocer que planeaba
iniciar la campaña en los primeros días de agosto, los semáforos en rojo y
naranja que imperan en todo el país hacen imposible pensar en una campaña con
público, una situación inviable para la operación de más de la mitad de las
organizaciones.
A pesar del empeño que han puesto varios propietarios por
celebrar una temporada sin público en las tribunas, la mayoría de los directivos
no están de acuerdo por las pérdidas que representa pagar sueldos de peloteros
y cuerpo técnico junto con los gastos de viaje y hospedaje que deben hacer sin
recibir ingresos de taquilla.
Los propietarios también han presupuestado la inversión en
pruebas de detección de coronavirus que se tendrán que hacer y resulta muy
elevado por el número de jugadores que integran cada organización además de que
el riesgo de suspender es muy alto.
El miércoles en una reunión virtual, dueños y presidentes de
equipos tomarán la decisión que después se hará pública.
Fuente El Universal