El nuevo aeropuerto de Ciudad de México, un rompecabezas en contrarreloj

07 septiembre 2020
Noticias de Yucatán. 

(EFE).- A pesar de las controversias, las obras del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México avanzan y su apertura está programada para marzo de 2022, tras una cancelación del megaproyecto del Gobierno de Enrique Peña Nieto, hoy considerado un nido de corrupción por muchos.

Rebasada la capacidad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México desde hace casi 15 años, pasó de 20 millones en 2006 a casi 50 millones en 2019, era obligada una nueva terminal. El proyecto se analizaba desde el Gobierno de Vicente Fox (2000-2006), hasta que comenzó en 2014 con Peña Nieto (2012-2018).

Sobre este proyecto planeaba la sombra de la corrupción porque de los 120.000 millones de pesos (unos 5.565 millones de dólares) originales, subió en cuatro años a 300.000 millones de pesos (unos 13.930 millones de dólares).

Los expertos estimaron que su costo final sería de casi 400.000 millones de pesos (18.548 millones de dólares) y estaría listo en 2024.

Andrés Manuel López Obrador, su principal crítico, canceló la obra al llegar a la Presidencia de México, apoyado en una consulta ciudadana y como alternativa presentó a la Base Aérea Militar de Santa Lucía, Estado de México, para construir el aeropuerto.

A finales de septiembre de 2019, López Obrador declaró esa construcción como tema de "seguridad nacional" y la misma se nició a mediados de octubre de 2019 con un presupuesto de unos 75.000 millones de pesos (unos 3.485 millones de dólares).

ROMPECABEZAS COLOSAL

La construcción del aeropuerto en Santa Lucía se asemeja a un rompecabezas kilométrico, que debe ser resuelto a contrarreloj y que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), encargada de la obra, busca solucionar.

Para darle forma y "acomodar" cientos de miles de metros cuadros de construcción, alrededor de 900 militares están encargados del control de ejecución la magna obra en la que laboran más de 22.200 trabajadores.

La dificultad del monumental reto comenzó el mismo día que las obras, el 17 de octubre de 2019, cuando López Obrador estableció como fecha de apertura el 21 de marzo de 2022, es decir, 26 meses de trabajo.

"El avance de la obra se encuentra en un 30,34 % y está por encima de la programación que tenemos prevista", dijo en entrevista con Efe, el ingeniero constructor José Juan Marín Solís. "El 21 de marzo de 2022 entregaremos el aeropuerto operando", agregó durante un recorrido de Efe para comprobar los avances.

UN EJÉRCITO A CARGO Y OTRO TRABAJANDO

El desfile de camiones de carga y de volteo en la obra, y de personas, es incesante. Los vehículos trasladan miles de toneladas de materiales de construcción, mientras que otros llegan del aeropuerto que se iba a construir en Texcoco.

A lo lejos cientos de trabajadores parecen hormigas cumpliendo cada uno con su tarea. Ellos representan una fuerza laboral sin par que cumple jornadas de ocho horas y en algunas zonas, donde el trabajo no para, se reparten en tres turnos.

Otros que también se esfuerzan día con día, entre constantes y pesadas nubes de polvo, son los técnicos a cargo de las excavadoras, grúas y montacargas, quienes hacen maniobras constantes sin detenerse en sus turnos.

Según el Ejército mexicano en los casi 11 meses de construcción, la obra ha generado unos 39.500 empleos.

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