TAMAULIPAS.- En
muchas ocasiones, por cuestiones estéticas las personas tienden a cortar
las orejas y la cola a los perros; sin embargo, varios veterinarios han
considerado esta práctica como “mutilaciones”, es por eso que se aprobaron
reformas a la Ley de Protección Animal de Tamaulipas.
“Quedan prohibidas
las mutilaciones animales, cuyo objeto sea modificar su apariencia o conseguir
un fin no médico. Particularmente queda prohibido el corte de la cola, el corte
de las orejas, la sección de las cuerdas vocales, así como la extirpación de
uñas y dientes”, se indica en la Ley.
La diputada local
Pilar Gómez mencionó que se establecieron dos excepciones: primero cuando
se busque el beneficio de un animal determinado y segundo cuando sea para
impedir la reproducción.
¿Cuáles son los
riesgos de cortar la cola y las orejas a los perros?
De acuerdo con el
portal Petsonic, cortar la cola y las orejas de los perros es una mutilación que
puede provocar pérdidas funcionales a los animales, es doloroso,
están expuesto a infecciones por las heridas e incluso pueden llegar a perder
la vida por alguna hemorragia.
Lo anterior se
comprobó a través de un estudio, pues normalmente se somete a estas
mutilaciones a cachorros de dos o tres días de nacidos y
posteriormente presentan signos de estrés y mucho dolor.
En la amputación
de cola y orejas, se cortan cartílagos, nervios, vasos sanguíneos y otros
tejidos como la piel; además, la cola es la continuación de la columna vertebral
del perro y está compuesta por caudales y tejidos, lo que ayuda a mantener
al perro en equilibrio al correr, girar y hacer otros movimientos.
También, es
importante que sepas que estas extremidades son vitales para la
comunicación del perro, aparte de los ladridos y otros sonidos que emiten, pues
la posición de las orejas y el movimiento de la cola ayuda a que pueda
comunicarse con otros animales.
Finalmente, hay
personas que someten a los perros que ladran mucho a cortes de las
cuerdas vocales, es decir que los dejan mudos, sin poder ladrar o con un
ladrido afónico; acto que dicha Ley de Protección Animal también ha prohibido.