Sin duda la mayoría de nosotros ha reutilizado el envase de crema o yogur para guardar comida o lo que queda de una verdura o fruta, pero ¿es esto seguro?. La respuesta la ofrece la Revista del Consumidor de septiembre, bajo los siguientes términos:
ENVASE
Es el envoltorio o contenedor que está en contacto directo con el contenido de un producto. Puede ser una bolsa de galletas, una botella de vino o un bote de yogur.
Su función es ofrecer una presentación para su venta, manejo, transporte, almacenaje y manipulación.
EMPAQUE
La presentación comercial de un producto es el empaque. Con él se asegura que al transportarlo no se dañe ni entre en contacto con el exterior para mantenerse limpio y fresco en caso de que se trata de un alimento.
UN SEGUNDO AIRE
Considera que los envases son de un solo uso por lo que cuando se utilizan más de lo que se espera, sobre todo los de plástico, pueden deteriorarse (agrietarse o romperse). En el caso de los alimentos esto se convierte en la entrada de bacterias.
Lo recomendable es que conserves tus alimentos en recipientes creados para ello y cuando sea posible les des otro uso a los envases, por ejemplo para guardar objetos.
SEGURIDAD
Cuando en un recipiente veas también una copa y un tenedor juntos significa que el material es apto para su uso en contacto directo con los alimentos. Pueden ser los del tipo 2, 4 y 5 (en la gráfica abajo).
¿Y LAS BOLSAS HERMÉTICAS?
Reutilizarlas dependerá de los alimentos que guardes en ellas. Si metiste un sándwich, galletas o fruta sí podrás hacerlo siempre y cuando las laves adecuadamente por dentro y por fuera.
No utilices agua caliente porque puede afectar el plástico y aumentar la posibilidad de que los productos químicos del plástico que pudieran contener (BPA) se propaguen a los
alimentos. Asegúrate de que sequen completamente para evitar la formación de moho.
¿CUÁNDO NO DEBES REUTILIZARLAS?
Cuando has guardado en ellas carne o pescado crudo porque corres el riesgo de exponerte a la contaminación cruzada (transferencia de microorganismos como bacterias, virus y parásitos). Lo mismo con los alimentos grasientos o que dejan residuos que no se pueden eliminar por completo.