UCRANIA.- Esta
semana la decisión que una mujer ucraniana de 35 años tomó ha conmovido a
todo el mundo, ya que tras nueve meses de gestación y de dar a luz, lanzó
a su bebé a un pozo de excremento para deshacerse de él, pues asegura que
no sabía quién era el padre.
La mujer
identificada como Hanna era conocida por sus vecinos por llevar una
vida de excesos, en los que ingerían drogas, alcohol y mantenía relaciones con
distintos hombre pero sin ser su pareja, por lo que según reportes policiales,
los vecinos aseguran que comenzaron a ver un vientre extraño en Hanna
y que de la nada le desapareció.
Según las
autoridades Hanna asegura que no tenía conocimiento de que estaba embarazada
por lo cuándo comenzó a entrar en labores de parto acudió al baño trasero de su
casa y al sentir que cayó algo grande desde dentro de ella, decidió tomar al
bebé y arrojarlo a las aguas negras, asegurando que había nacido
muerto. Las autoridades creen que el bebé pudo haber nacido con vida.
Luego de haber
realizado esa acción, Hanna pidió ayuda a uno de sus vecinos para deshacerse
del cuerpo del pequeño que supuestamente había nacido muerto. Ante
las acusaciones en contra de Hanna se le fue imputado el delito de “asesinato
predeterminado”, por lo que Hanna en caso de llegar a ser declarada
culpable, podría ser condenada a más de 5 años de cárcel. Aún continúan los
exámenes forenses para determinar las causas exactas de la muerte del pequeño.