Las autoridades sanitarias de Guinea-Conakri (país en África) y la Organización mundial de la Salud (OMS) declararon ayer el final del último brote de ébola en el país, con 23 casos diagnosticados y 12 muertes, un costo en vidas mucho menor que el del anterior brote, ocurrido en África Occidental en 2014-2016.
“Aunque este brote de ébola estalló en la misma zona que el de África Occidental, en el que murieron 11 mil personas, gracias a las nuevas innovaciones y las lecciones aprendidas, Guinea consiguió contener el virus en cuatro meses”, dijo en un comunicado la directora regional para África de la OMS, Matshidiso Moeti.
“Si bien este brote ya se ha acabado, debemos permanecer alerta frente a un posible resurgimiento y asegurarnos de que los conocimientos sobre el ébola se expanden hacia otras amenazas sanitarias, como el COVID-19”, añadió la experta.
Anunciaron el fin del brote al agotarse la cuenta atrás de 42 días desde que la última paciente confirmada recibió el alta, según establece el protocolo de la OMS.