El Ejército, incluyendo al actual secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, quien en ese entonces estaba a cargo de la Guarnición Militar de Piedras Negras, supo de la Masacre de Allende en su momento, sin embargo, la milicia sólo verificó la zona, esto de acuerdo con documentos militares que publicó el semanario Proceso.
En su edición que empezó a circular este fin de semana, la revista da a conocer que existen dos documentos fechados el 20 y 28 de marzo de 2011 en donde se reportan secuestros masivos en Allende.
De acuerdo con el semanario, los reportes internos de la Sedena registran denuncias que recibió el 14 Regimiento de Caballería con sede en Múzquiz por parte de personas cuyos familiares fueron secuestrados por Los Zetas.
Estas denuncias fueron turnadas a la Guarnición de Piedras Negras, al mando del general Sandoval, y a la Sexta Zona Militar, comandada entonces por el general Dagoberto Espinosa, actual director del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas.
“20 de marzo 2011. Permítome informar a la Superioridad que en esa fecha, aproximadamente a las 14:30 horas, se presentó el señor (…) a fin de denunciar que el 18 de marzo del presente año habían secuestrado a los padres de su esposa, así como a cinco integrantes más de su familia, y que el día sábado 19 de marzo su hijo se desplazó (…) a verificar esa información en Rancho Garza, ubicado en Villa Unión, Coahuila, donde no encontró a sus familiares, y que se comunicaron vía teléfono a aproximadamente 13:30 horas manifestando que los tenía la policía municipal y hasta la fecha no sabía nada de ellos y que en el rancho de su padre se encontraban personas armadas, procediendo a informar a la Comandancia 14 RCM autorizando a acudir a la citada denuncia”, señala el documento fechado en Allende, Coahuila.
Ante esto, tres unidades del Ejército -reseña Proceso- salieron a verificar la denuncia, reportando a sus superiores la existencia de viviendas saqueadas, ranchos quemados, así como múltiples casquillos percutidos. Una copia de ese reporte se le envió al general Sandoval.
La Secretaría de la Defensa Nacional respondió a Proceso que el ahora titular de la dependencia solo tenía jurisdicción en Piedras Negras, además de que en los días que ocurrieron los hechos estuvo comisionado para apoyar en el combate a un incendio en Ciudad Acuña.
Averiguación. En base a los documentos obtenidos por autoridades estadounidenses, el hecho se suscitó por la venganza contra un “soplón” de Los Zetas que informó a la DEA. ESPECIAL
EXHIBEN OMISIÓN DE AUTORIDADES EN MASACRE DE ALLENDE; ‘SITUACIÓN ESTABA FUERA DE LA JURISDICCIÓN DE SANDOVAL’
Documentos de la Sedena, fechados el 20 y 28 de marzo de 2011, confirman que los comandantes de la Sexta Zona Militar con sede en Saltillo y de la Guarnición de Piedras Negras, en esa época bajo el mando del general Luis Cresencio Sandoval, fueron informados sobre los plagios y la masacre que cometieron Los Zetas en el pueblo de Allende y otros municipios del norte de Coahuila.
Según informa el semanario Proceso, pese a conocer sobre estos crímenes, esos mandos militares no hicieron nada contra el grupo criminal.
La masacre de Allende –en la que, según familias de las víctimas, hubo más de 300 personas muertas o desaparecidas– se mantuvo oculta durante casi dos años.
Los documentos de la Sedena fueron publicados por la organización académica National Security Archive, con sede en Washington, fundada en 1985 por periodistas y académicos.
Los documentos, de los cuales Proceso tiene copias, registran las denuncias que recibió el 14 Regimiento de Caballería con sede en Múzquiz por parte de personas cuyos familiares fueron secuestrados por Los Zetas y que fueron turnadas a la Guarnición de Piedras Negras, al mando de Cresencio Sandoval, y a la Sexta Zona Militar, comandada entonces por el general Dagoberto Espinosa Rodríguez.
Fuentes afirman que a Allende arribaron, desde el 18 de marzo de 2011, 45 camionetas repletas de sicarios.
Estos, buscaban a cuatro importantes miembros de Los Zetas, José Luis Garza Gaytán, Héctor Moreno Villanueva, Alfonso Cuéllar y José Vázquez, quienes supuestamente infiltraron información a la DEA, en materia del trasiego de droga a través de Piedras Negras a Eagle Pass.
En los testimonios de los sucesos, rendidos ante la Fiscalía de Coahuila, se supo que el 20 de marzo del 2011, por la noche, cuatro bomberos arribaron al rancho de Los Garza. Al llegar, vieron a miembros de Los Zetas descargando barriles junto a un cobertizo de almacenamiento, quienes al parecer estaban incinerando cadáveres.
“Había policías como si estuvieran custodiando el lugar”, precisó uno de los tragahumos.
Otro testigo aseguró que los hombres gritaban, golpeaban y maltrataban a familias que tenían secuestradas.
José Alfredo Jiménez “El Pájaro”, quien llegó al rancho para matar a Luis Garza, aseguró que el plan era asesinar y secuestrar a todos.
Asimismo, en un juicio llevado acabo en Austin, dijo que autoridades estatales, federales y militares de Coahuila recibían sobornos de Los Zetas para dejarlos operar con impunidad, a excepción de la Marina.
OMISIÓN
Esa misma noche, mientras estaban en una boda en el Casino Nacional de Piedras Negras, sobre el hecho fueron informados el gobernador de Coahuila, Jorge Torres López, el alcalde, Óscar López Elizondo y el general Cresencio Sandoval.
Mientras que los dos primeros políticos abandonaron la ciudad, el ahora titular de la Sedena dijo no poder hacer nada porque “sólo contaba con 100 elementos”, afirmaron asistentes a Proceso de manera anónima.
La cacería de Los Zetas duraron más de tres días. Algunos sicarios confesaron que fueron incinerados más de 150 personas en las instalaciones del Cereso de Piedras Negras.
Por una parte, Humberto Moreira, exgobernador de Coahuila, se deslindó de lo sucedido en el Cereso, la Sedena justificó la acción del general Sandoval, argumentando que estaba fuera de su jurisdicción.
Con información de Proceso