Yucatán: Consideran que ya hay "inmunidad colectiva" frente a Covid

26 junio 2021
Noticias de Yucatán. 

El 85% de los pacientes resulta asintomático o con síntomas leves o moderados, el 10% requiere hospitalización para oxigenoterapia y el 5% necesita cuidados intensivos

Se calcula que ya existe una inmunidad colectiva ante el Covid-19 del 65% entre la población yucateca, al tomar en cuenta los que ya tuvieron la enfermedad, tanto sintomáticos como asintomáticos y los hoy ya vacunados, de modo que el incremento de contagios que se observa en las últimas semanas es debido a la llegada de una nueva cepa, de más contagiosidad, aunque al parecer, menos mortal.

Así lo señala el epidemiólogo con especialidad en Salud pública, Rudy Coronado Bastarrachea, quien destaca la importancia de seguir implementando las medidas sanitarias ya conocidas, y de cuidar parámetros que son vitales cuando se padece Covid-19 como la oxigenación, que puede constituir la diferencia entre un progreso grave de la enfermedad o la muerte, y la recuperación.

Precisa que luego de más de un año de casos de Covid-19, hay cierta inmunidad colectiva o de rebaño, resultado con datos clínicos de los que han padecido la enfermedad, y gran número de asintomáticos que se calcula es del 80% en relación con los que tuvieron síntomas.

Con base en ello se calcula que el 50% de la comunidad ya tiene cierto grado de inmunidad y con el inicio de la vacunación se habla de que hay un 65% de inmunidad colectiva.

La cepa que más nos afecta

Sin embargo, tanto en la península de Baja California como en la de Yucatán, por el flujo de turismo llegaron nuevas cepas, siendo que en nuestro estado es la alfa la que nos afecta.

Coronado Bastarrachea explica que dicha cepa es de alta contagiosidad, pues el índice de reproducibilidad o de capacidad del virus de infectar es mayor: “La cepa original tiene entre 2.8 y 3 puntos de contagiosidad, mientras que la alfa está por arriba de 4 a 5 puntos”.

La tasa de mortalidad de esta nueva cepa es menor, lo que quizá se debe a que ya existe inmunidad, pues quienes ya tuvieron la enfermedad o están vacunados tienen cierta protección.

Como se sabe, los adultos mayores fueron los primeros en ser vacunados, por lo que es normal que los más afectados por el virus sean ahora los jóvenes, que no tienen inmunidad “artificial”.

Manifiesta que quienes no han padecido de Covid-19 y no están vacunados, son los que se ponen graves con esta nueva cepa, y particularmente el común denominador en los casos de gravedad es de jóvenes con obesidad y sobrepeso.

“Esta condición tiene una relación directa con la gravedad del padecimiento, ya que el Covid-19 está definido como una enfermedad inflamatoria que causa trombosis, de manera que no solo se deben cuidar los datos respiratorios, sino también los inflamatorios y los relacionados con las trombosis”, indica Coronado Bastarrachea.

La oxigenación, relevante

El especialista enfatiza que en cualquier caso lo más importante es llevar las medidas de control adecuadas ante el padecimiento, pero la gente no valora la utilidad de medir parámetros como la oxigenación —preocupándose por otros singos y síntomas—, que sirve para saber si el padecimiento se puede manejar en la vivienda o se debe acudir a una unidad médica para recibir oxigenoterapia.

El médico detalla que cuando la oxigenación está por arriba de 93 el manejo en la vivienda es posible, pero si la saturación de oxígeno es menor que 93, la persona debe acudir a revisión a una unidad hospitalaria para estudios de enzimas inflamatorias y datos sanguíneos.

“Las pruebas de laboratorio sirven para ver las condiciones del paciente, y probablemente se requiera de una radiografía de tórax o tomografía, pues con base en eso se debe determinar el ingreso o no para oxigenoterapia”, menciona.

Asegura que está comprobado que cuando una persona tiene una oxigenación de menos de 90 y se queda en la vivienda, empeora, y al acudir finalmente al hospital, un alto porcentaje ya necesita terapia intensiva.

Un tanque de oxígeno no basta

“Y es que no solo se trata de tener un tanque de oxígeno en casa, sino que al ingresar a una unidad médica se hacen los estudios de laboratorio para dar seguimiento al metabolismo inflamatorio y tromboembólico, y ver si el paciente tiene neumonía por Covid-19. Cuando la saturación de oxígeno es menor que 93, el tanque de oxígeno no es suficiente”, apunta Rudy Coronado Bastarrachea.

Puntualiza que 85% de los pacientes cursa la enfermedad como asintomático o con síntomas leves o moderados, 10% requiere hospitalización para oxigenoterapia y 5% necesita cuidados intensivos.

Resalta que el área médica debe difundir información clara, consistente, confiable y que dé certeza al paciente, pues con tanta información por diferentes lados, las personas terminan mal informadas.

“Cuando una persona desarrolla Covid-19 necesita certeza, tener la certidumbre de que lo que está haciendo es para su propia salud, y no debe seguir inventos que le dijo el vecino o el compadre, como el uso de fármacos no aprobados para esta enfermedad, imanes, consumo de dióxido de cloro u otros”, añade el especialista.

Coronado Bastarrachea menciona que al inicio de la pandemia eran tres los datos clínicos para sospechar de padecer Covid-19: tos, fiebre y cefalea, y adicionalmente signos menores como malestar general, pérdida del olfato y gusto.

Sintomatología variada

Pero con la nueva cepa la sintomatología varía: “Ya no hay tos sino otros datos clínicos, a veces solo fiebre o diarrea, erupciones cutáneas, escurrimiento nasal, dolores articulares; esto quiere decir que los signos variaron, algo importante que la población debe tomar en cuenta”.

Si una persona es diagnosticada como positivo a la enfermedad, reitera, lo más importante es revisar la oxigenación tres veces al día (mañana, tarde y noche).

“Cuando la oxigenación está bien, no hay mayor problema, pues lo compara con la diarrea, no es importante cuantas veces se defeque siempre y cuando la persona esté hidratada. Con el Covid-19 sucede algo similar, no es tan importante la fiebre o el dolor, siempre y cuando la saturación de oxígeno esté arriba de 93. De ahí que sea el principal dato a vigilar”, indica.

Ese indicador es clave y es la diferencia entre la gravedad y la muerte o la recuperación, pues saber usarlo permite acudir a tiempo a una unidad médica.

Coronado Bastarrachea apunta que cualquier síntoma o dato en el organismo fuera de lo normal o que llame la atención, debe ser motivo al menos de consulta en línea con su médico de confianza para que les oriente sobre cómo proceder.

Indica que, aunque oficialmente a este repunte de casos no le llama la tercera ola, hay que aprovechar la experiencia de las dos olas anteriores para ver lo que se hizo mal y hacerlo un poco mejor, como enseñar el uso adecuado del oxímetro y el momento de acudir a consulta.

Protocolos a seguir

El médico explica que si se tuvo contacto con un caso sospechoso o positivo deben aislarse, y si la persona tiene sintomatología, se debe realizar la prueba de inmediato. Si sale positiva, también debe aislarse, mantener la sana distancia, reposar y cuidar la alimentación.

En caso de no tener síntomas, se deben esperar de tres a cuatro días del contacto para hacerse la prueba, pues existe la posibilidad de estar contagiado y ser asintomático, lo cual es importante saber para que la persona no siga transmitiendo el virus.

La prueba indicada para esto es la PCR, ya que las pruebas de antígeno pueden dar falsos positivos o negativos, y lo que la persona necesita en ese momento es certeza.

Agrega que si, por ejemplo, en una oficina hay un caso sospechoso o positivo, todos deben aislarse hasta cumplir cuatro días, que es el protocolo que permite controlar los brotes.

Destaca que el Covid-19 no se va a ir, por lo que se debe pensar en la modificación de ambientes en escuelas y oficinas, convertir estos lugares en espacios ventilados que es lo que se requiere, y evitar el uso de aire acondicionado, porque se sabe que el contagio se da por el aire, de manera que lo que se necesita es que el aire circule.

Recomienda la implementación en lugares públicos de medidores de CO2, que permiten corroborar si el espacio está ventilado o no.

El doctor Coronado Bastarrachea, enfatiza que las medidas de sana distancia, uso de cubrebocas y lavado de manos siguen siendo fundamentales para cuidarse de la pandemia. En tanto que se debe evitar estar en lugares cerrados y con alta concentración de personas.

“Para ponerse la vacuna contra el Covid-19 hay que estar completamente seguro de no tener sintomatología de la enfermedad, por lo que, si hay signos como fiebre, dolor de cabeza u otros, no se debe aplicar la inmunización”, recalca.

Hay personas que por estrés se les sube la presión arterial cuando van a ser vacunadas, por lo que hay casos en los que se deben analizar las circunstancias para tomar una decisión respecto a vacunarse o no.

Si tienes Covid-19 y te quieres vacunar

Si a una persona le dio Covid-19 tiene que esperar mínimo 30 días desde el último síntoma para aplicarse la vacuna.

“Ante dudas lo mejor es consultar al médico vía digital sobre ponerse o no la vacuna, y no preguntar al vecino”, apunta.

Una persona que ya está vacunada puede adquirir la enfermedad, ya que la vacuna solo evita la gravedad y disminuye el número de defunciones”

El especialista recuerda que las vacunas refuerzan y estimulan el sistema inmunológico del ser humano que es cuasi perfecto:

“La naturaleza nos dio mecanismos de defensa. Cuando sufrimos un golpe y se inflama alrededor es un mecanismo de defensa, si hay un sangrado y se forma una costra es un mecanismo de defensa; las vacunas hacen algo similar, refuerzan el sistema inmunológico para que ante la presencia de un agente externo salgan las defensas a combatir más rápido y eficiente la infección”.

No hay que olvidar que las comorbilidades son factores que elevan el riesgo ante otras dolencias, por lo que a pesar de estar vacunadas las personas con obesidad, diabetes, hipertensión o padecimientos inmunodepresivos deben ser más cuidadosos.

“Lo ideal es eliminar el sobrepeso o la obesidad, dejar de ser sedentarios, eliminar el consumo de tabaco y alcohol, para que la comorbilidad no sea un factor acumulativo para enfermedad grave o muerte por Covid-19”, puntualizó Coronado Bastarrachea.

Fuente: Diario de Yucatán

 

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