El fallecimiento de un menor de origen extranjero, quien
murió en un hospital de la localidad puso al descubierto la presencia de 327
personas extranjeras hacinadas en una bodega del municipio de Cadereyta.
Dichas personas estaban sin agua, sin alimentos y en condiciones
infrahumanas y de vulnerabilidad que ponía en riesgo la vida de los
menores y los adultos.
Entre los migrantes había 120 niñas, niños y adolescentes.
“Estas acciones derivaron del trabajo realizado por
elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones, quienes daban seguimiento
al caso de un paciente de un hospital de la localidad que falleció y que era
visitado por personas extranjeras”, informó el Instituto Nacional de
Migración.
Los agentes estatales ubicaron el domicilio en donde estaban
alojados y dieron aviso a las autoridades migratorias.
Los elementos federales de Migración, en coordinación con
personal de la Agencia Estatal de Investigaciones, Policía Municipal,
Fuerza Civil y Guardia Nacional llegaron al lugar y procedieron al
rescate.
Durante la inspección se constató que los 327 migrantes
permanecían en condiciones infrahumanas que ponían en riesgo la vida de
los menores, mujeres y adultos en general.