La Bahía de Chetumal, en la costa este del estado mexicano de Quintana Roo, ha escondido durante milenios al segundo agujero azul más grande del mundo: Taam ja’. Cubierto por una densa capa de mar verde, típico del Caribe, había permanecido oculto de la mirada científica. Hasta ahora.
Un equipo de investigadores de ECOSUR-Unidad Chetumal estuvo a cargo de la expendición para analizar este agujero azul. Definidos como una ‘cueva submarina’ o ‘sumidero’, son formaciones geológicas naturales que adquieren una coloración más oscura con respecto a la superficie por su profundidad.
En las fauces de una cueva submarina
El equipo está nutrido de especialistas de diferentes ramas del conocimiento, y se adentraron por primera vez a las fauces de Taam ja’ este año. Para la investigación, se emplearon técnicas de ecosondeo para conocer más sobre el ecosistema que abraza esta cueva submarina. Técnicamente, según lo describen en Frontiers in Marine Science, a estas formaciones se les conoce como kársticas costeras.
Es común que permanezcan sin explorar, escriben los autores en el estudio, porque tienden a ser poco accesibles. Sin embargo, los investigadores echaron mano de los pescadores locales para explorar sus características geomorfométricas y fisicoquímicas:
«A DIFERENCIA DE LA CONOCIDA LITERATURA SOBRE CENOTES EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN», EXPLICAN LOS INVESTIGADORES MEXICANOS, «NO SE HACEN REFERENCIAS A AGUJEROS AZULES EN LA REGIÓN.»
taam ja'
Colegio de la Frontera Sur
Parece ser que el Agujero Azul de Taam ja’, tiene una forma circular casi perfecta en la superficie, y abarca un área superior a los 13 mil metros cuadrados. Los resultados de la investigación arrojaron que la cueva alcanza los 274.4 metros por debajo del nivel del mar, con lados empinados de pendientes de menos de 80°.
No sólo eso. Los perfiles hidrográficos muestran una columna de agua estratificada al interior del agujero azul. Se sabe, además, que cuenta con una cámara completamente desprovista de oxígeno. Con todo lo anterior, los científicos no escatimaron en describir al agujero negro como un «ambiente único» en un comunicado.
National Geographics