El ministerio de Unificación del gobierno de Seúl recopiló los testimonios en un informe de 450 páginas que elaboró durante cinco años: “El derecho a la vida está amenazado”
El líder norcoreano, Kim Jong-un (centro), y a su hija (izquierda) en una competición deportiva con miembros del régimen y del Ministerio de Defensa Nacional, en una ubicación no revelada en Corea del Norte, el 17 de febrero de 2023. (Agencia Central de Noticias de Corea /Korea News Service vía AP)
El régimen de Corea del Norte ejecuta a personas por posesión y consumo de drogas, por compartir videos de medios de comunicación de Corea del Sur y por actividades religiosas, mientras reprime los derechos humanos y la libertad de sus ciudadanos, dijo Seul en un informe este jueves.
El ministerio de Unificación de Corea del Sur, que maneja los asuntos intercoreanos, basó el informe de 450 páginas en testimonios recopilados entre 2017 y 2022 de más de 500 norcoreanos que huyeron de su tierra natal.
“El derecho a la vida de los ciudadanos de Corea del Norte parece estar gravemente amenazado”, dijo el ministerio en el informe.
“Las ejecuciones se llevan a cabo ampliamente por actos que no justifican la pena de muerte, incluidos los delitos de drogas, la distribución de videos de Corea del Sur y las actividades religiosas y supersticiosas”, agregó.
Los hallazgos del gobierno de Corea del Sur,están en línea con las investigaciones de la ONU y los informes de organizaciones no gubernamentales.
El régimen de Pyonyang ha rechazado las críticas a las condiciones de sus derechos como parte de un complot para derrocar su dictadura.
El informe dio detalles de los abusos desenfrenados de los derechos perpetrados por el régimen en comunidades, campos de prisioneros y otros lugares, incluidas ejecuciones públicas, torturas y arrestos arbitrarios.
Las muertes y las torturas ocurren regularmente en los centros de detención y algunas personas fueron ejecutadas sumariamente después de ser sorprendidas tratando de cruzar la frontera, dijo el ministerio.
El informe se produjo cuando Corea del Sur busca resaltar el fracaso de su vecino aislado para mejorar las condiciones de vida mientras se apresura a aumentar sus arsenales nucleares y de misiles.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, dijo que el informe debería informar mejor a la comunidad internacional sobre los abusos “espantosos” de Corea del Norte, y dijo que Pyonyang no merecía “ni un solo centavo” de ayuda económica mientras persigue sus ambiciones nucleares.
El enfoque del conservador Yoon es una clara desviación del de su predecesor liberal, Moon Jae-in, quien enfrentó críticas por su posición menos abierta sobre los derechos del Norte mientras buscaba mejorar los lazos y establecer una relación con su líder, Kim Jong-un.
El ministerio de Unificación está obligado por ley a realizar una evaluación anual de la situación de los derechos del Norte.
Casi 34.000 norcoreanos se han asentado en Corea del Sur, pero el número de desertores se ha reducido drásticamente debido a una mayor seguridad fronteriza.
Las llegadas de norcoreanos alcanzaron un mínimo histórico de solo 63 en 2021, en medio de los cierres por COVID-19, antes de subir a 67 en 2022, según mostraron datos del ministerio.