Ante la definitiva desaparición del papel higiénico, estas propuestas serán de gran ayuda para la humanidad.
El papel higiénico fue sin duda uno de los inventos más grandes de la humanidad puesto a que debido a su suavidad y aroma se adapta a las múltiples necesidades de cada consumidor. Diversas marcas se han encargado de comercializar con este producto y a su vez de innovarlo sin tomar en cuenta las consecuencias que puede generar al medio ambiente su uso excesivo, sin embargo, hay quienes piensan que podría estar en peligro de desaparecer.
¿Por qué desaparecerá el papel higiénico?
El proceso de elaboración del papel higiénico es uno de los contaminantes más grandes que afectan al planeta ya que para su realización se ven implicadas actividades como la tala de árboles (fuente indispensable de oxígeno), la cantidad de litros de agua que se necesitan para fabricarlo así como el proceso de aromatización. Todos estos elementos son los que causan que el uso del papel higiénico contamine en gran medida al medio ambiente.
¿Cuáles son las tres propuestas para reemplazar el uso del papel higiénico?
El bidet es la principal alternativa para reemplazar el papel higiénico, además que es considerada como la más higiénica y saludable. Ofrece la posibilidad de emplear agua y jabón para limpiar y desinfectar aunque se debe hacer uso de una cantidad limitada de agua.
Otra de las soluciones es el uso de esponjas ya que son el material más recomendado para limpiar a profundidad. Estas se deben de cambiar de manera constante debido a que pueden guardar humedad y en consecuencia bacterias.
Si ninguna de estas opciones parece ser la más adecuada, el tabo es uno de los sustitutos de papel higiénico más ecológico. Tiene forma de un cazo redondo, con un asa de un lado que lo permite sujetar. Este se debe llenar con agua antes de usar el retrete y después dejar caer el agua sobre la zona que se quiere limpiar.
Algunos de estos sustitutos ya son empleados en algunos países, lo que deja en claro que esta medida ecológica avanza con pasos agigantados como un método para prevenir que la contaminación por el uso de papel higiénico siga su curso.
