La construcción de la refinería Olmeca por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) es uno de los compromisos emblemáticos del actual gobierno y sin embargo, desde el arranque de la obra hubo promesas de tiempo y de inversión imposibles de cumplir, según analistas, con lo que hoy lleva un retraso de más de un año, mientras el personal en el sitio considera que lleva un avance máximo de 70% y que arrancará como mínimo hasta 2025, con un costo de por lo menos el doble de lo prometido.
La refinería que se ubicará en Paraíso, Tabasco, es desarrollada para contar con una capacidad de 340,000 barriles diarios de proceso de crudo. Con ello se convertirá en la refinería más grande del país, pero como ocurre en instalaciones de esta magnitud, por condiciones de seguridad no operará al 100%, sino a un máximo de 90% de su capacidad, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador enfatizó desde el inicio de la construcción que se llegaría al proceso de 340,000 barriles diarios de crudo en julio de 2022.
En esa fecha, se llevó a cabo una ceremonia de inauguración en la zona donde se ubica la obra civil. Acompañado del gabinete ampliado de gobierno, el titular del Ejecutivo y la secretaria de Energía, Rocío Nahle, prometieron que a más tardar en diciembre del año pasado habría condiciones para sacar el primer barril de combustible refinado de esta planta.
Pero al concluir el 2022 no arrancó la refinería y de hecho, un año después, el 29 de junio, la titular de Energía presentó en sus redes sociales un video en el que respondía a quienes presionaban sobre los atrasos en la obra.
En el video, Nahle abrió una válvula y dijo que con ello se iniciaba el transporte de diésel a través de los distintos equipos, que comenzaban a calentarse para que en los siguientes días el gobierno pudiera hablar de la refinación del primer litro de combustibles. Un mes después, el gobierno federal y Petróleos Mexicanos no han vuelto al tema.
Gonzalo Monroy, analista del sector energético mexicano y fundador de la consultora GMEC, explicó a El Economista que dos semanas después del video de la apertura de la válvula llegaron tuberías necesarias para interconectar equipos al sitio en Tabasco. Por tanto, no era posible que se calentaran equipos porque todavía no estaba lista la integración de la refinería.
Con los avances que se tienen hasta ahora, es casi imposible que la refinería comience a operar en 2023, pero además, es muy probable que incluso concluya el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sin que pueda operar y que sea hasta 2025 en que la siguiente administración obtenga el primer barril de combustibles de Dos Bocas, aseveró Monroy.
Por otro lado, explicó que existen riesgos de seguridad en los equipos que por la premura y presiones políticas se provoque que no se sigan algunas normativas en la construcción que necesariamente en la operación desde las pruebas tendrán que llevarse a cabo, con los respectivos retrasos que esto implica.
Gonzalo Monroy aseguró que fuentes del interior de la petrolera aseguran que se han ejercido por lo menos 20,000 millones de dólares, en contraste con los 8,000 millones originales que se invertirían e incluso con los 18,000 millones de dólares que ya admitió el gobierno federal.
Fechas incumplidas en Dos Bocas
1 de julio de 2022
Se comprometió como fecha de inauguración de la refinería. Entonces se realizó una ceremonia para mostrar la obra civil sin conexiones.
Diciembre de 2022
Arrancarían pruebas de producción
Julio de 2023
Se podría comercializar el primer barril de combustibles de la refinería Olmeca.
karol.garcia@eleconomista.mx