La revista Sciencie publicó un estudio en el que informó sobre la detección de una señal de radio extragaláctica proveniente de algún lugar lejano al Sistema Solar. Según la investigación, la onda tiene un origen increiblemente antiguo y podría haber sido emitida entre la explosión del Big Bang y la actualidad.
«Los estallidos rápidos de radio son pulsos de emisión con una duración de milisegundos que se originan a distancias extragalácticas. Cada estallido experimenta dispersión de radio debido al plasma interviniente, que se encuentra principalmente en el medio intergaláctico», declara la publicación
Los cientificos a cargo del estudio, determinaron la antiguedad de la onda gracias a la medición de sus características físicas. Es decir, aprovecharon los factores percibibles de la onda, como la energía que emitió, para compararla con otras que ya habían sido detectadas.
El corrimiento al rojo, la medida clave para entender el fenómeno
El corrimiento al rojo, definido por la Sociedad Española de Astronomía como un fenómeno electromagnético proveniente de un objeto emisor que enrojece la luz, es el concepto base con el que trabajaron los científicos para determinar la antiguedad de la onda.
La señal recientemente hallada, nombrada FRB 20220610A, emitió una luz particularmente brillante. El origen aproximado de la onda fue descubierto por su valor de 1 en la medición del corrimiento al rojo.
«Observamos el estallido y lo localizamos en un sistema de galaxias anfitrionas de morfología compleja con un corrimiento al rojo de 1.016 ± 0.002. El corrimiento al rojo y la medida de dispersión son consistentes con el paso a través de una columna sustancial de plasma en el medio intergaláctico», menciona el estudio.
La extragaláctica procedencia de la señal de radio
Aunque leer que la tierra recibe señales de radio de otras galaxias, podría parecer algo relacionado a la vida extraterrestre, en realidad tiene una explicación científica. Según la NASA, los resultados obtenidos con el telescopio Hubble sugieren que se originan a partir de estallidos de magnetares (estrellas de neutrones) jóvenes.
Los astrónomos descubrieron el primer estallido de radio rápido en el 2001. Desde entonces, se han detectado aproximadamente otros mil de los cuales solo han podido asociar aproximadamente 15 de ellos a galaxias específicas debido a lo breves que resultan las ondas.
A pesar de durar solo unos milisegundos, los estallidos rápidos de radio tienen la capacidad de liberar más energía que el Sol. Por ello, a pesar de encontrarse tan lejos del Planeta Tierra, son perceptibles y nos permiten conocer más sobre las maravillas del espacio.
Este texto fue escrito por Iñaki Arriola, periodista mexicano interesado en la cultura urbana, el arte y su convivencia con la naturaleza. Colabora como redactor en National Geographic en Español.