Desde 2012, el pequeño y pintoresco pueblo de Idyllwild, ubicado en las montañas del sur de California, ha tenido como alcalde a tres perros golden retriever en sucesión, siendo el actual Mayor Max III, un cachorro de un año que, de acuerdo con su dueña Phyllis Mueller, puede realizar el peculiar truco de cerrar la boca a su mando.
Los paisajes únicos y atractivos naturales de los parques estatales de California los convierten en destinos ideales de visita durante la temporada otoñal. (REUTERS/Carlos Barria)
Mueller, quien junto a su esposo Glenn Warren fundó en 1979 una agencia de marketing internacional que promueve la paz y se dedica generosamente a obras benéficas, consiguió su primer golden retriever en 1984 y desde entonces se quedó con la raza porque “les encanta el amor” y “son muy buenos en el servicio público”.
En 2011, cuando se mudaron a Idyllwild desde Pasadena, se anunció que solo se permitirían candidatos no humanos en las elecciones electorales, abandonándose el modelo de comicios tradicional por uno donde los alcaldes permanecen en el cargo de por vida, esbeltando una especie de monarquía canina.
Esta original y singular tradición se inició con Mayor Max I, quien fue nombrado alcalde en julio de 2012. Lamentablemente, Max I murió a causa de un cáncer en 2013, siendo sucedido por Max II, quien posteriormente también falleció. Finalmente, Max III asumió el relevo en diciembre de 2022, según con Mueller a The Guardian.
Max III, junto a sus “alcaldes adjuntos” Mitzi y Mikey y un “vicealcalde” llamado Meadow, todos golden retrievers, hacen frecuentes apariciones públicas. Vestidos de manera distintiva con arneses personalizados y corbatas, recorren el centro de la ciudad en sus “Vehículos Alcalde” asistiendo a diversos eventos de la ciudad.
“Tratamos de emanar una energía amorosa hacia todos porque la energía positiva conduce a la vida, mientras que la energía negativa conduce a lo contrario”, dijo la compañera de Max III a The Guardian.
Durante el último año, el joven alcalde ha estado particularmente ocupado visitando hospitales, escuelas, hogares de ancianos y hospedajes, además de hacer apariciones públicas en el centro de la ciudad.
A lo largo de la pandemia, Mueller organizó más de 1.400 visitas privadas con los perros para mantener elevado el ánimo de los habitantes. Además de esto, Mueller gestiona las redes sociales oficiales del alcalde, incluyendo una página de Instagram con cerca de 100,000 seguidores.
“La gente no se cansa de estar con los perros, tomarles fotografías y acariciarlos. Simplemente, los hace muy felices, lo cual es la recompensa por hacerlo”, expresó Mueller al Washington Post.
Cada año, se crea un calendario del Alcalde Max, que se distribuye de forma gratuita tanto a locales como a visitantes. El año pasado, se entregaron 10,000 copias del calendario, enviándose incluso a 33 países diferentes.
En suma, tanto la historia de los alcaldes caninos de Idyllwild como la dedicación de Mueller hacia su comunidad, han despertado el interés tanto de los medios locales como internacionales, tejiendo una trama rica en originalidad donde la bondad y el amor por los animales ocupan un lugar central.