En varias ocasiones, la misma cantante y actriz ha comentado que sufrió durante su juventud, ya que se sometía a dietas inhumanas con tal de mantenerse lo más delgada posible para evitar críticas relacionadas a su peso.
En el 2015 fue diagnosticada con lupus, una enfermedad en la que el cuerpo produce proteínas que atacan sus órganos. Eso claramente repercutió en la forma en la que se veía ya que en ocasiones podía aparecer muy delgada y en otras con unos kilitos de más.
Sin embargo, Selena Gomez decidió que por su salud mental no iba a estar más pendiente de si se veía o no con sobrepeso. Para ella, la imagen corporal no define a una persona y prefiere cuidarse más por temas de salud que por sostener una figura de modelo convencional.
A través de su cuenta de Instagram hace un antes y un después en sus historias en las que muestra un par de imágenes. En una está exageradamente delgada, de cuando tenía entre 18 y 19 años, y en otra la vemos tal cual luce en la actualidad.
“Hoy me di cuenta que nunca más me veré así, no soy perfecta pero estoy orgullosa de ser quien soy. A veces olvido que está bien ser yo”, escribió Selena en el caption de la publicación, según el sitio Indie 505