El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, afirmó que la reforma al Poder Judicial no es un asunto de justicia, sino una revancha contra la Suprema Corte por emitir resoluciones adversas a la reforma eléctrica y el Tren Maya, entre otros proyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El legislador suscribió la afirmación del economista Mario Di Constanzo, quien consideró la iniciativa presidencial como “revanchista” y “ajusticiadora” para los ministros de la Corte
En su programa “Con peras, manzanas y naranjas”, Moreira reconoció la necesidad de perfeccionar el Poder Judicial, pero cuestionó el argumento de que la elección de ministros, magistrados y jueces por voto popular permitirá mejorar el sistema de justicia construido a lo largo de 200 años.
“Es un proceso muy complejo para querer resolverlo de una manera tan simple en tres meses”.
El legislador coahuilense puso además en entredicho la encuesta presentada por Morena el lunes 17 de junio y, según la cual, entre 70 y 80 por ciento de las personas consultadas estaría a favor de la elección popular de los juzgadores.
Por ello, calificó de “balina” a esa encuesta y lamentó que se pusiera a juicio la labor de ministros, pero nunca preguntara por sus méritos, experiencia o especialización en ramas del derecho.
“Estás encuestas no son válidas, porque solo intentan justificar una elección, una decisión. Es como si a la gente le preguntaran ‘¿Usted qué prefiere, que a su médico cirujano lo elija el pueblo, el Presidente de la República o que sea seleccionado por su capacidad académica, práctica o técnica?’. Señora presidenta, ¿por qué no ponen a elección al titular del SAT, a quienes van a dirigir las aduanas o por qué no ponen a elección en las prisiones quien sería el director?”, puntualizó.
Moreira descalificó asimismo las comparaciones de la iniciativa de reforma judicial con los sistemas vigentes en Estados Unidos y Bolivia.
Sostuvo que el sistema de justicia mexicano es totalmente diferente al de la Unión Americana, mientras en Bolivia fracasó el sistema de elección popular de jueces y ministros, el cual quedó evidenciado cuando éstos últimos avalaron un tercer mandato del presidente Evo Morales, quien ya había sido rechazado por el pueblo y que la Constitución no contemplaba.