Dos estudiantes universitarias de Oklahoma, Zara Hull y Kaylie Pitzer, vivieron una experiencia traumática durante sus vacaciones en Cancún, México, al haber sido drogadas en un bar de piscina del resort donde se hospedaban.
El incidente, ocurrido el 2 de agosto, ha dejado a las familias de ambas jóvenes profundamente preocupadas y con graves acusaciones hacia las autoridades hospitalarias en México.
¿Qué pasó en el resort de Cancún? Así relataron su experiencia
Pitzer y Hull se encontraban disfrutando de sus vacaciones junto a un grupo de amigos en Cancún cuando decidieron pedir agua en el bar de la piscina del hotel.
Lo que debería haber sido un momento de descanso y diversión rápidamente se convirtió en una pesadilla.
Según reportes, ambas jóvenes se desplomaron repentinamente después de consumir las bebidas.
Una imagen aterradora capturó el momento en que las dos estudiantes yacían con la cabeza apoyada en el bar, tomándose de las manos antes de ser trasladadas en silla de ruedas a sus habitaciones.
Fue trasladada de urgencia a un hospital privado en Cancún, donde su situación empeoró rápidamente.
Jake Snider, el novio de Hull, la acompañó a la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital, donde fue testigo del estado crítico en el que se encontraba su pareja.
“Estaba tan sedada que no podía abrir los ojos ni hablar”, relató la madre de Snider, describiendo la aterradora experiencia.
Familiares sospechan que el hospital tenía intenciones de traficar con la joven
Las dificultades para los familiares no terminaron ahí.
Según informó el medio The New York Post, el hospital de Cancún le negó a Snider permanecer junto a Hull y fue obligado a pagar $200 pesos por una habitación en el segundo piso, que estaba completamente desocupado.
A mi hijo no se le permitió quedarse con ella. Tuvimos que pagar $200 para que tuviera una habitación en el piso de arriba durante la noche. Era el segundo piso del hospital y el piso estaba completamente VACÍO. La habitación era simplemente una habitación de hospital”, escribió Stephanie Snider, la madre de Jake, en una publicación de Facebook.
Snider reveló que su hijo tenía demasiado miedo para dormir porque temía que algo le pudiera pasar.
No pudo volver a entrar para ver a Zara hasta la mañana siguiente. Nos quedamos en 2 países diferentes, rezando toda la noche por su seguridad y salud”, dijo.
Cuando Jake Snider bajó a ver a Hull a las 8 a.m. el 3 de agosto, dijo que su hijo encontró a Hull en un ventilador, con un catéter y bajo los efectos de fuertes sedantes.
El personal del hospital dijo que supuestamente iban a llevar a Hull a otro lugar para una resonancia magnética, lo que la familia especuló que era una tapadera para tráfico de personas o incluso de extraerle sus órganos.
(Jake) Les dijo que DETUVIERAN TODO, que la iba a sacar de allí. Les dijimos: ‘¡No dejes que se la lleven, no dejes que le hagan nada más! ¡Estábamos trabajando para sacarlos de allí!’” añadió Stephanie Snider en su publicación, reflejando la desesperación de la familia.
Habrían sido víctimas de extorsión médica
El hospital exigió un depósito inicial de $10,000 pesos antes de iniciar cualquier tratamiento y luego demandó otros $25,000 para continuar con la atención médica.
Ante esta situación, las familias de Hull y Snider intentaron trasladar a Hull a un hospital en Dallas, Texas, pero enfrentaron obstáculos debido a la falta de cooperación del hospital mexicano en la entrega de los registros médicos de Hull.
Treinta horas después del incidente, un amigo de la familia logró asegurar un avión privado por $28,000 pesos para trasladar médicamente a Hull y Snider a Texas, donde finalmente fue hospitalizada.
Durante este proceso, Jake Snider logró obtener una lista parcial de los medicamentos que se le habían administrado a Hull.
La experiencia ha dejado una profunda marca en las vidas de las estudiantes y sus familias.
Zara y Kaylie tienen horribles sentimientos de lo que les dijimos que les sucedió, y sin embargo, no tienen ningún recuerdo de la terrible experiencia, pero están torturadas por el hecho de que les sucedió”, concluyó Stephanie Snider.
Además, señaló que tanto ella como los padres de las chicas aún no pueden ni “cerrar los ojos” debido a los escalofriantes recuerdos del incidente, mientras que Jake “nunca olvidará el infierno que pasó para sacar a Zara y a él de allí con vida”.
Zara fue dada de alta del hospital, pero requerirá tratamiento
Aunque Zara Hull fue dada de alta del hospital el viernes, la familia anticipa más gastos médicos debido al tratamiento.
Las convulsiones que sufrió Hull fueron, según los médicos, una reacción de su cuerpo a las drogas que le administraron.