Narges Mohamadi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2023, ha resultado gravemente herida en un incidente violento en la prisión de Evin, en Teherán.
Según la familia de Mohamadi, la activista por los derechos humanos sufrió “insuficiencia respiratoria” y “fuertes dolores torácicos” tras recibir un puñetazo en el pecho durante enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El jueves, la familia de Mohamadi emitió un comunicado afirmando que la activista, junto a otras presas políticas, se congregó para protestar contra la reciente ejecución de Gholamreza Rasaei.
Rasaei fue condenado por el asesinato de un oficial de los Guardianes de la Revolución durante las protestas nacionales de 2022 y posteriormente fue ejecutado el martes pasado.
De acuerdo con la familia de Mohamadi, las reclusas fueron golpeadas violentamente por guardias penitenciarios después de que se dieran órdenes de atacar a las mujeres al frente de las protestas.
“Numerosas presas políticas, entre ellas Narges Mohamadi, se congregaron (...) para protestar contra la ejecución de Gholamreza Rasaei”, mencionó el comunicado.
La autoridad se rehúsa a reconocer el ataque a Narges Mohamadi
Por otro lado, la administración penitenciaria iraní ha negado estas acusaciones, afirmando que ninguna reclusa fue golpeada y en cambio acusó a las internas de agredir a varios guardias, según la agencia de noticias Tasnim.
Mohamadi, de 52 años, ha estado encarcelada desde noviembre de 2021 y ha pasado gran parte de la última década en prisión.
A pesar de las severas restricciones de comunicación impuestas desde noviembre, su familia, residente en París, expresa una creciente preocupación por su estado de salud.
Mohamadi ha continuado su activismo a pesar de su detención, apoyando firmemente las manifestaciones que estallaron en septiembre de 2022 en respuesta a la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, una joven kurda iraní arrestada por supuestas violaciones al código de vestimenta.
Estamos profundamente preocupados por el estado de salud de Narges Mohamadi”, declaró su familia, subrayando que, a pesar de recibir tratamiento en la enfermería de la prisión, no fue trasladada al hospital.