Son.— Un grupo de hombres armados, levantó y asesinó al reconocido ganadero y funcionario del gobierno de Sonora, Alejandro Morales Aguilar, quien fue privado de la libertad y su cuerpo abandonado sin vida, con signos de violencia, en las inmediaciones del Puesto de Control Militar de Querobabi, uno de los retenes supuestamente más modernos y seguros del noroeste de México.
Sus familiares habían reportado su desaparición desde la noche del martes, y la mañana de este miércoles el cuerpo fue localizado en las inmediaciones de un arroyo junto al retén militar, en una zona conocida como rancho Agua Blanca del municipio de Opodepe.
Peritos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal llegaron para procesar la escena del crimen, mientras que la Policía Estatal, Guardia Nacional y el Ejército mexicano iniciaron un operativo en la zona para dar con los responsables.
Habitantes de la región que comprende los municipios de San Miguel de Horcasitas, Carbó, Opodepe y Benjamín Hill han denunciado que sus ranchos, poblados y caminos rurales, “están calientes”, debido a la ruta de grupos de traficantes que por ahí esquivan el retén militar de Querobabi.
Ha trascendido que al pasar por la zona, un convoy de sicarios interceptó e intentó levantar al ganadero, pero la víctima había logrado escapar, para luego ser ubicado y asesinado; otra versión es que si fue privado de su libertad y después asesinado.
La Fiscalía General de Justicia en Sonora dijo que informará sobre lo ocurrido hasta que los peritos procesen la escena del crimen y existan avances en las investigaciones.
A través de redes sociales, el gremio ganadero ha externado su consternación y preocupación por la situación de inseguridad que se vive en la mayor parte de la geografía sonorense.
De acuerdo con un documento oficial con fecha del 1 de agosto, la víctima Luis Alejandro Morales Aguilar había sido nombrada como vicepresidente del Consejo Consultivo Técnico de la Vida Silvestre del Estado.
Resultado de los operativos para dar con los responsables del crimen, la Mesa Estatal de Seguridad reportó el desmantelamiento de un puesto de vigilancia que “halcones” del narcotráfico tenían situado muy cerca del lugar donde fue asesinado el ganadero y funcionario público, en la sierra de Opodepe.