Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
José Isaías Poot Moo envió a Noticias de Yucatán el siguiente relato, sobre la agresión que sufrió en días pasados, en manos de policías de Chichimilá, Yucatán.
Respecto a la queja puesta en mi agravio me afirmo y ratifico de la misma, toda vez que de la madrugada de hoy siendo como a la 1:50 horas, me encontraba transitando en Chichimilá, cuando di vuelta en la calle que está en el parque del centro, donde está el ceibo, ya que me dirigía a Dzitnup, en eso me percaté que una patrulla venia de tras de mí.
Me orillé para darle el paso, pero se me adelantaron, atravesando la calle y cerrándome el paso. Enseguida se bajaron 7 policías de la camioneta. Uno flaco que es el comandante y otros 6 quienes se me acercaron y, sin más, abrieron las puertas de mi carro.
Comenzaron a jalarme y me preguntaron que si llevaba algo. Me pidieron que abra la cajuela lo cual hice desde dentro de mi auto presionando un botón.
Luego me jalaron de nuevo y me bajaron del auto con violencia. En eso el comandante quien estaba en mis espaldas cruzó su brazo por mi cuello y comenzó a asfixiarme mientras los demás agentes me golpeaban en todo mi cuerpo.
Luego el comandante también me golpeó en la espalda. En esto un policía me jaló mi brazo derecho con sus dos manos, lo que ocasionó que se me fracture.
Otro trataba de girar mis pies y ambos me lastimaban, pero mi brazo fue lo que más me dolió. Ya no pude y me cedí para que me suban a la camioneta de la municipal.
Me llevaron a la comandancia y ya estando ahí seguía quejándome del dolor, pero no me hacían caso. Decían que me llevarían con un sobador. Luego me subieron de nuevo a la camioneta y me llevaron hasta en Tixcacalcupul, cerca del cementerio con un sobador.
Este señor dijo que mi brazo estaba quebrado y que no me sobaría, y que era mejor que me lleven con un médico. Me regresaron a Chichimilá, a la comandancia, en donde permanecí por más de una hora.
El dolor era insoportable. Por ello, en un momento de descuido de los policías, salí a la puerta y en frente había un señor afuera de su casa a quien le dije: “Tío ayúdame me lastimaron los policías… ayúdame”.
Pero en eso salió un señor más gordo de la comandancia, según escuche era el abogado del Jurídico quien me metió, junto con otros policías al edificio. Luego llegó la ambulancia y me subieron.
Cuando me traían a Mérida de pronto se regresaron y me dijeron que cierre las puertas de mi carro que ya estaba en la comandancia, que no sé cómo llegó a ese lugar. Les dije que ellos tienen la llave y que la cierren ya que yo no lo lleve a la comandancia.
Noté que uno de los policías tomaba fotos y grababa un video con su celular. Luego de nuevo me subieron a la ambulancia y me trajeron hasta este hospital (Pensiones) y escuché que le dijeron a un doctor que me había volado un alto y que me resistí cuando me detuvieron, lo cual no es cierto.
Cuando ingresé le dije al mismo doctor que los policías me lastimaron y me detuvieron sin razón alguna.
Hasta donde sé tengo fracturas en el brazo y me duelen la espalda, la garganta, las piernas, el abdomen, ambos brazos y en general todo el cuerpo.
Si la autoridad desea solucionar mi queja contra ellos que paguen mi operación y mi recuperación y tratamientos o terapias en un hospital particular y se sancione a los policías que me agredieron sin razón. Noticias de Yucatán.
José Isaías Poot Moo envió a Noticias de Yucatán el siguiente relato, sobre la agresión que sufrió en días pasados, en manos de policías de Chichimilá, Yucatán.
Respecto a la queja puesta en mi agravio me afirmo y ratifico de la misma, toda vez que de la madrugada de hoy siendo como a la 1:50 horas, me encontraba transitando en Chichimilá, cuando di vuelta en la calle que está en el parque del centro, donde está el ceibo, ya que me dirigía a Dzitnup, en eso me percaté que una patrulla venia de tras de mí.
Me orillé para darle el paso, pero se me adelantaron, atravesando la calle y cerrándome el paso. Enseguida se bajaron 7 policías de la camioneta. Uno flaco que es el comandante y otros 6 quienes se me acercaron y, sin más, abrieron las puertas de mi carro.
Comenzaron a jalarme y me preguntaron que si llevaba algo. Me pidieron que abra la cajuela lo cual hice desde dentro de mi auto presionando un botón.
Luego me jalaron de nuevo y me bajaron del auto con violencia. En eso el comandante quien estaba en mis espaldas cruzó su brazo por mi cuello y comenzó a asfixiarme mientras los demás agentes me golpeaban en todo mi cuerpo.
Luego el comandante también me golpeó en la espalda. En esto un policía me jaló mi brazo derecho con sus dos manos, lo que ocasionó que se me fracture.
Otro trataba de girar mis pies y ambos me lastimaban, pero mi brazo fue lo que más me dolió. Ya no pude y me cedí para que me suban a la camioneta de la municipal.
Me llevaron a la comandancia y ya estando ahí seguía quejándome del dolor, pero no me hacían caso. Decían que me llevarían con un sobador. Luego me subieron de nuevo a la camioneta y me llevaron hasta en Tixcacalcupul, cerca del cementerio con un sobador.
Este señor dijo que mi brazo estaba quebrado y que no me sobaría, y que era mejor que me lleven con un médico. Me regresaron a Chichimilá, a la comandancia, en donde permanecí por más de una hora.
El dolor era insoportable. Por ello, en un momento de descuido de los policías, salí a la puerta y en frente había un señor afuera de su casa a quien le dije: “Tío ayúdame me lastimaron los policías… ayúdame”.
Pero en eso salió un señor más gordo de la comandancia, según escuche era el abogado del Jurídico quien me metió, junto con otros policías al edificio. Luego llegó la ambulancia y me subieron.
Cuando me traían a Mérida de pronto se regresaron y me dijeron que cierre las puertas de mi carro que ya estaba en la comandancia, que no sé cómo llegó a ese lugar. Les dije que ellos tienen la llave y que la cierren ya que yo no lo lleve a la comandancia.
Noté que uno de los policías tomaba fotos y grababa un video con su celular. Luego de nuevo me subieron a la ambulancia y me trajeron hasta este hospital (Pensiones) y escuché que le dijeron a un doctor que me había volado un alto y que me resistí cuando me detuvieron, lo cual no es cierto.
Cuando ingresé le dije al mismo doctor que los policías me lastimaron y me detuvieron sin razón alguna.
Hasta donde sé tengo fracturas en el brazo y me duelen la espalda, la garganta, las piernas, el abdomen, ambos brazos y en general todo el cuerpo.
Si la autoridad desea solucionar mi queja contra ellos que paguen mi operación y mi recuperación y tratamientos o terapias en un hospital particular y se sancione a los policías que me agredieron sin razón. Noticias de Yucatán.