El 7 de noviembre pasado se detectó en el D.F. y otras partes del país un temblor. En Yucatán se reportó que también se sintió el movimiento
En junio de 2010 el Servicio Sismológico Nacional detectó un temblor de 4.2 grados en la escala de Richter con epicentro al sur de la laguna Paytoro, en Quintana Roo, a 100 kilómetros de Chetumal que, sin embargo, se sintió fuerte en Ticul.
El investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, Gerardo Gutiérrez Campos, dice que ese sismo extrañó mucho a los científicos porque sus mayores efectos se sintieron en Ticul, muy lejos del epicentro.
Hasta ahora es difícil establecer con precisión las causas de ese sismo y de otros en la Península, por lo que urge realizar estudios más profundos, porque en realidad “no entendemos lo que ocurre en la Península”.
Los sismos registrados no están asociados, al parecer, a actividades humanas, pero, por otro lado, afirma el investigador, desconocemos la tectónica del lugar. “Necesitamos investigar más las fallas activas, si son grandes o pequeñas, y saber si puede ocurrir un terremoto catastrófico en la Península”.
De acuerdo con Gutiérrez Campos, aunque no se saben a ciencia cierta las causas de estos temblores, hay una hipótesis según la cual éstos se deberían al hundimiento relativo de la Península de Yucatán respecto al resto del territorio nacional.
Esto sucede, explica, por el movimiento rotatorio de la Península, que no siempre estuvo en dirección Norte-Sur. “Antes miraba al Este y giraba al Oeste y durante muchos años se pensó que ese movimiento rotatorio había cesado, pero al parecer aún hay remanentes”.
También hay la hipótesis sobre la existencia de fallas geológicas en la Península, con alineamientos en dirección Sureste que podrían deberse a fallas o a estructuras geológicas.
De cualquier modo, dice Gutiérrez Campos, los sismos de Carrillo Puerto y Champotón “son evidencias de ‘fallamientos’ activos en la Península, que al parecer está siendo deformada por esfuerzos compresivos con dirección Norte-Sur”.
Carlos González Wong, también investigador del Instituto de Geofísica, afirma que aunque Yucatán está lejos de las zonas críticas de los temblores, eso no significa que carezca de sismicidad. “Los temblores en la Península ocurren por la liberación de los esfuerzos acumulados durante años”.
El especialista agrega que en toda la superficie terrestre las fuerzas tectónicas se sobreponen unas a otras y crean intensa actividad sísmica.
Esta ocurre sobre todo en las fronteras de las placas tectónicas, como las del Pacífico frente a México y Estados Unidos, y en el sur de Cuba, parte del Caribe y América Central.-HERNÁN CASARES CÁMARA
Temblores | La Sierrita
No se descarta la posibilidad de que cada vez ocurran más sismos en la Península.
Fallas
Según Carlos González Wong, investigador del Instituto de Geofísica, aunque las fronteras tectónicas están muy alejadas de la Península de Yucatán, éstas puede almacenar “esfuerzos por el movimiento de la corteza terrestre, durante millones de años, y liberarlos en algunas de las fallas geológicas detectadas en la zona”.
Ubicación
Estas fallas, señala, están a lo largo de La Sierrita y en la parte este de la Península.