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Una oficina de salud pública estatal en Las Cruces permaneció abierta el lunes, dos semanas después de que los trabajadores estatales y el público informaron haber visto un roedor.
Los trabajadores de tres programas estatales diferentes que operan en el edificio informaron haber encontrado un roedor a finales de julio, según correos electrónicos revisados por Source New Mexico . El personal respondió a la línea telefónica principal el lunes por la mañana y dijo que todavía estaba abierta.
Más tarde ese mismo día se vio por primera vez la rata, los funcionarios dijeron que se colocaron trampas para roedores, no se encontró una infestación y la rata pudo haber huido.
Los habitantes de Nuevo México acuden a la oficina de salud pública en Las Cruces, llamada Edificio Solano, para recibir una variedad de servicios públicos, lo que significa que existe la posibilidad de que los trabajadores estatales y los miembros del público estén expuestos.
“Estos encuentros podrían haber dado como resultado que las familias, los niños y el personal fueran mordidos o arañados por la rata”, escribieron los trabajadores del edificio en una declaración colectiva compartida con la gerencia a través de un representante sindical el 25 de julio.
A pesar de estas preocupaciones, los gerentes de la oficina dijeron que el riesgo es bajo y rechazaron las solicitudes de los empleados de trabajar de forma remota hasta que se resolviera el problema de las ratas.
El sindicato Communications Workers of America Local 7076 representa a los trabajadores estatales de Nuevo México. Su presidenta, Megan Green, transmitió las preocupaciones de los trabajadores de Las Cruces al director de Recursos Humanos de la Autoridad de Atención Médica, Dustin Acklin, y al gerente de Relaciones Laborales, David Rich, el 25 de julio.
“Esto representa un riesgo para la salud y la seguridad de nuestros empleados en el edificio Solano y agradecemos que tomen medidas de inmediato”, escribió Green. “Mantener al personal en el edificio mientras se resuelve la situación no hace que el entorno sea más seguro”.
Green pidió a Acklin y al gerente de relaciones laborales que permitieran a la gente trabajar desde casa o tomar licencia administrativa “hasta que se atrapen las ratas y se complete la limpieza”, pero él se negó.
Una rata bajo el escritorio
Un trabajador informó que mientras estaba sentado en su escritorio vio que había una rata debajo. “Esto podría haber provocado que varios miembros del personal fueran mordidos o arañados por la rata”, escribió.
La rata se dirigió a la sala de espera del primer piso, donde las personas estaban a punto de recibir las vacunas para el regreso a clases. Cuando la vieron, sus gritos pudieron ser escuchados por los trabajadores estatales en el segundo piso, escribieron los trabajadores.
La rata luego se dirigió a un área donde las madres y los bebés reciben servicios de salud, según la declaración de los trabajadores.
Varias oficinas cercanas a un almacén contenían excrementos de roedores y orina, escribieron los trabajadores.
El 8 de agosto, Source New Mexico solicitó comentarios al Departamento de Salud y a la Autoridad de Atención Médica que administra los negocios para los residentes de Nuevo México en el edificio, y al condado de Doña Ana, que lo posee.
En un comunicado conjunto publicado el lunes por la mañana, las agencias dijeron que encontraron “actividad de roedores en las áreas de almacenamiento” del edificio. Sin embargo, insisten en que solo vieron una rata el 24 de julio y no la han visto desde entonces.
“Sin más avistamientos del roedor desde el 24 de julio ni señales de infestación interior, no ha habido ningún anuncio público de la posibilidad de presencia de roedores”, dijeron, y agregaron que no hay infestación.
Teorías sobre a dónde se ha ido
Las agencias dijeron que tan pronto como se informó sobre el roedor, el personal del condado inspeccionó inmediatamente el edificio y encontró “actividad de roedores” en sus áreas de almacenamiento.
Rich escribió que el Control de Vectores del Condado de Doña Ana colocó trampas y cebos y que seguirá revisándolos. Colocaron más trampas y “cebos más fuertes” con la esperanza de atrapar a la rata durante el fin de semana mientras el edificio estaba en silencio.
El 5 de agosto, un supervisor de la División de Salud Pública del estado le dijo a Rich que los trabajadores del condado de Doña Ana revisaban las trampas todos los días y que no había habido “actividad” en ellas, ni “ninguna evidencia de nuevos excrementos”.
A las 6 a. m. del 1 de agosto, un trabajador del condado encontró una gran trampa de pegamento que mostraba evidencia de una rata que se había quedado atascada pero se había liberado mordiéndose.
“Vector Control está suponiendo que la rata ha abandonado el edificio o que, como resultado de haber ingerido el pegamento, posiblemente haya muerto”, dijo Rich.
Cuando se revuelve la orina fresca, los excrementos o los materiales de anidación de un roedor infectado, el virus puede pasar al aire, lo que puede infectar a alguien que lo inhale, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El hantavirus también puede propagarse cuando la saliva o los excrementos de un roedor infectado entran en cortes en la piel de una persona o en sus ojos, nariz o boca, según los CDC. Las agencias descartaron esa posibilidad.
