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El pasado viernes, durante un evento en Cañadas de Obregón, Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro fue recibido con una serie de abucheos mientras intentaba dirigirse a los presentes.
Lo que parecía ser una celebración pacífica del Plan de Justicia para la Reparación Integral de los Daños de los Pueblos Campesinos de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, se tornó en una disputa de porras y gritos entre los simpatizantes y detractores del mandatario jalisciense.
Ante esta situación, el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum intervinieron, pidiendo respeto y calma.
Sheinbaum, siempre serena, fue la primera en pedir que se permitiera al gobernador Alfaro hablar. Con una sonrisa y un gesto de calma, se dirigió al público:
"Es un día bueno hoy, ¿no? Vamos a dejar que hable el gobernador de Jalisco, ¿les parece? ¿Quién está de acuerdo? Yo sí. Adelante, gobernador."
Su tono conciliador fue bien recibido por algunos, pero los abucheos persistieron, aunque con menor intensidad. La presidenta electa dejó claro que, en su visión de la democracia, todos merecen ser escuchados, independientemente de las diferencias políticas.
AMLO refuerza la defensa de la democracia
Acto seguido, López Obrador también intervino para apaciguar los ánimos, recordando a los asistentes que en una democracia, la pluralidad de ideas es esencial:
"La democracia no es pensamiento único, eso es dictadura. En la democracia debemos aprender a respetar. Hoy estamos aquí para demostrar que lo más importante es el pueblo y la patria."
El presidente, con su característico carisma, logró que la audiencia se tranquilizara lo suficiente para que Alfaro pudiera continuar con su discurso. AMLO resaltó que la esencia de la democracia es el respeto a los adversarios, viéndolos no como enemigos, sino como contendientes en la arena política.
El mensaje de Alfaro: la reconciliación con AMLO
Finalmente, Enrique Alfaro tomó la palabra. En su discurso, recordó su historia de trabajo conjunto con López Obrador, reconociendo que, aunque han tenido diferencias, han logrado coordinar esfuerzos en beneficio de Jalisco.
"Hace 20 años trabajamos juntos por ideales que sigo compartiendo. Podemos tener diferencias, pero eso no borra el trabajo que hemos hecho para Jalisco y México. Estoy aquí porque creo en esos ideales," dijo Alfaro, destacando su colaboración en la construcción de la presa del Zapotillo.
La reflexión de AMLO sobre la democracia y su jubilación
En su intervención, López Obrador no perdió la oportunidad de bromear sobre su próximo retiro, dejando claro que se siente satisfecho con lo que ha logrado durante su mandato.
"Me voy muy contento porque cumplimos nuestro propósito de hacer el bien. Además, dejo a una mujer inteligente e incorruptible al frente, Claudia Sheinbaum. Y aunque ya no ando tan bien de la carrocería, me retiró con el motor renovado y el ciclo cumplido," dijo entre risas y aplausos.
Con una sonrisa, López Obrador reafirmó su postura de sufragio efectivo, no reelección, asegurando que su tiempo en la política ha llegado a su fin, y que no pretende convertirse en guía moral ni en caudillo.
Un recordatorio de respeto y pluralidad
El evento en Jalisco mostró la importancia de mantener la calma y el respeto en la arena política, especialmente en tiempos de división. Tanto AMLO como Sheinbaum, a pesar de sus diferencias políticas con Enrique Alfaro, defendieron el derecho del gobernador de ser escuchado, subrayando que la democracia no se construye sobre gritos, sino sobre la pluralidad de ideas.