Después de ver la convocatoria para crear el fideicomiso Mi stilo es Yucatán, el diputado Renán Barrera Concha se preguntó qué artesano y empresario serios pueden elaborar una propuesta de prendas de calidad internacional en los diez días de plazo que se da para ello.
Lo anterior, indicó, es una de las tantas incongruencias, dudas y elementos oscuros que cubren ese plan del gobierno estatal.
—Al parecer la convocatoria es para un concurso, pero esto no se aclara —añadió—. Tampoco se dice quiénes integran el jurado ni cuál es el premio para el ganador, ni el futuro que tendrán los diseños, ni quién los explotará o cobrará las regalías respectivas.
—No se menciona quién fabricará las prendas, ni en dónde, ni la cantidad de ellas ni quien pondrá el capital. Se ignora además quién será el comercializador, dónde están los mercados para las prendas y quien recibirá las ganancias.
—Las propuestas de los artesanos o empresarios participantes podrían ser “pirateadas” porque no se les ofrece ninguna protección industrial.
Con base en esos y otros elementos “ambiguos y confusos del plan”, el legislador considera que el proyecto es un fraude.
Barrera Concha recordó que hace unos días la gobernadora Ivonne Ortega, acompañada de la alcaldesa Angélica Araujo, presentó ese proyecto en la ciudad de México, ante líderes nacionales de los comerciantes.
—Eso quiere decir que el plan ya está completo, terminado, de modo que la convocatoria para el concurso y la creación del fideicomiso salen sobrando, son una escenografía.
—Incluso, ya se tiene al artesano o empresario ganador del concurso y por ello sólo se da un plazo máximo de diez días para presentar propuestas.
—Otra explicación es que el proyecto está en fase de elaboración y por eso la convocatoria, pero en este caso la gobernadoría habría mentido a los empresarios al presentarles sólo una idea de algo que hará.
Otros aspectos que el diputado panista considera graves son la falta de un estudio y el proyecto ejecutivo que justifiquen realizar ese programa y la nula participación de la Cámara del Vestido y los industriales del ramo textil, a quienes no se tomó en cuenta a pesar que son parte importante en ese tipo de programas. Preguntó a esos empresarios que opinan de una acción que les hará competencia injusta y los desplazará del mercado sin importar sus años de esfuerzo para levantar sus empresas y conseguir sus mercados.
Otras dudas son acerca del Fideicomiso Stilo Yucatán, en el cual los empresarios aportarán $2 millones sin que se diga quienes son éstos, quién los eligió y qué recibirán a cambio.
—No hace falta un nuevo fideicomiso para dar créditos, ya abundan las instancias que lo hacen. Ahí están los fondos de las secretarías de Fomento Económico y Desarrollo Rural, el Fondo Yucatán que dirige Adolfo Peniche Pérez, los apoyos de la Secretaría de Economía...
Otras dudas son respecto a la directora del proyecto Mi stilo Yucatán, Edaminé Novelo Bahena, a quien nadie conoce en la Secretaría de Fomento Económico y de la cual sólo se informa de su teléfono celular y su dirección en internet.
Posicionar la imagen de Yucatán debe entenderse como lograr que nuestro Estado sea una marca importante, como se ha hecho con Cancún y se hará con Chichén Itzá algún día, señala David Salomón.
El diseñador yucateco da a conocer sus puntos de vista sobre el proyecto Mi stilo es Yucatán, que en días pasados anunció la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco en la capital del país, en una reunión con socios de la Concanaco.
—Yo más bien quisiera que Yucatán sea la capital del éxito, que los yucatecos creamos que podemos alcanzar niveles de primera en todos los ámbitos —declara el diseñador.
David Salomón considera que la propuesta es ambiciosa, pero bien proyectado y trabajado, cualquier proyecto se puede realizar exitosamente.
—Para mí, la vida está regida por la frase de Walt Disney: “Lo puedes soñar, lo puedes lograr”.
—Para que esta propuesta funcione tiene que haber mucho trabajo, mucho orden y algo muy importante: mucha apertura.
David, uno de los diseñadores de moda más conocidos de México hoy día, considera que hay que empezar a trabajar desde adentro.
El diseñador destaca que la verdadera dificultad es que el proceso industrial y el proceso creativo no van de la mano.
—Los empresarios son cero creativos y los creativos son cero empresarios. Y nadie se preocupa por lograr bien ese maridaje entre empresarios y creativos. (Continuará).
