Vecinos del fraccionamiento Acuaparque, ubicado a unos metros del centro recreativo del mismo nombre, se quejaron de que una planta de tratamiento de aguas residuales de la Japay se ha convertido en un criadero masivo de moscos y ocasiona problemas de malos olores y plagas de insectos.
El grupo de vecinos aprovechó la vista de la alcaldesa Angélica Araujo Lara, para solicitarle su ayuda. “Ya no podemos vivir así, los moscos y malos olores no nos dejan vivir, es insoportable”, indicó Marcial Santana Montalvo.
María Magdalena Morales Dorantes, otra de las afectadas, indicó que su casa colinda con la planta de la Japay. “De haber sabido a que iba a tener estos problemas, no hubiera elegido esta casa, no se puede vivir de esta manera”.
Indicó que han solicitado ayuda a la Japay y a la constructora, pero los problemas continúan.
La planta se ubica en la calle 27-B con 27-D y afecta a por los menos a 20 familias.
Angélica Araujo afirmó que analizarían el problema para encontrar una solución.
Los vecinos indicaron que por las tardes resulta imposible salir de la casa por la excesiva cantidad de moscos que salen de los canales de captación de las aguas en la planta de la Japay.
“Se están recogiendo los cacharros, pero tenemos tenemos un enorme criadero de moscos”, indicó María Luisa Briceño Cruz.
Además, se quejaron de los malos olores, que “son insoportables” en esa zona, especialmente cuando calienta el sol.
