Entre miseria y esperanza

08 septiembre 2010
Noticias de Yucatán
(compromisos no cumplidos, pobreza, promesa, afectación ciudadana)
Una nevera sirve de alberca a dos pequeños vecinos de San Luis Sur Dzununcán, un asentamiento en el que viven 80 familias que aún esperan que el gobierno les cumpla la promesa de hacerles pies de casa.

Vecinos de San Luis Sur Dzununcán en espera de viviendas
08/09/2010

Con la esperanza de un futuro mejor, 80 familias dejaron hace dos años los terrenos que invadieron en el sur de Mérida y fueron a vivir a un asentamiento que les otorgó el Instituto de Vivienda de Yucatán (IVEY), al cual nombraron San Luis Sur Dzununcán.

Dos años después siguen viviendo en la miseria, pero esperanzados en que el gobierno estatal les construya los pies de casa que les prometió.

En la colonia no hay calles pavimentadas, hace unos meses llegó el servicio de energía eléctrica y agua potable, pero no para todos, sólo para aquellas personas que pagaron los contratos correspondientes.

A pesar de la falta de esos servicios, el ánimo de los habitantes de la zona no decae, porque sueñan con tener un patrimonio sólido.

En la colonia, localizada a escasos 300 metros del Anillo Periférico, rumbo a la comisaría de Dzununcán, la mayoría de los habitantes son madres solteras, mujeres divorciadas y personas de la tercera edad.

Las casas están construidas con palos, maderas, láminas de cartón y de zinc, lonas, nailon y ropa vieja. Incluso, están amarradas con sogas cruzadas para evitar que se las lleve el viento.

En la zona proliferan las moscas debido al fecalismo. También hay culebras, alacranes, tarántulas y otras alimañas.

En endebles casas viven hasta seis personas. Al menos ocho familias ya tienen casas firmes de bloques y en las puertas de esas casas hay autos usados.

Según los vecinos, desde que se pasaron a vivir a esa zona el IVEY ha llevado al cabo un proceso de asignación de lotes, pues las personas que no los habitaron de inmediato perdieron ese pedazo de tierra, que mide ocho por 20 metros.

Sin embargo, algunas mujeres han abandonado sus casas porque han sido víctimas, unas de ataques sexuales y otras de asaltos y robos.

“Hace unos días llegó gente del IVEY para hacer una lista de las personas a las que les tocaría un “pie de casa”; dijeron que en diciembre ya estarían listos, pero hasta no ver no creer, porque cuando la alcaldesa Angélica Araujo era directora del IVEY nos prometió casas emergentes, pero aquí nunca se construyeron”, dijo María Concepción Pech Cob, quien es madre soltera de tres niños y tiene que dejarlos al cuidado de sus vecinas para ir a trabajar.

Penurias La situación precaria de esa gente se refleja todos los días.

Candelaria Pool Estrella tiene seis hijos, su esposo es el único que lleva dinero a la casa, es albañil y sólo gana $800 a la semana, cuando tiene trabajo. Agustín Aguilar Aquino, de 60 años, también es albañil y vive con su hija, pero su casa apenas es un “esqueleto” comparada con la de sus vecinos, pues no logra conseguir un trabajo para “forrarla”.

“Espero que me toque 'pie de casa' porque la verdad sí estoy amolado”, señaló.

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