El grupo ciudadano que se opone al proyecto oficial de remodelación del malecón de Progreso y el gobierno del Estado radicalizaron ayer sus posturas, rompieron el diálogo y se acusaron mutuamente en una jornada que incluyó una protesta en la principal avenida porteña.
La Secretaría estatal de Obras Públicas reanudó las obras de remodelación y aseguró que hay intereses políticos y económicos detrás de la oposición al proyecto del malecón.
Los opositores al plan estatal pidieron a la gobernadora Ivonne Ortega que no gaste $42 millones en una obra innecesaria y advirtieron que podría desencadenarse un problema social.
Dos posturas encontradas por el proyecto de redemolación del malecón de Progreso
El gobierno
"No se puede dialogar con quienes no quieren oír": Francisco Torres, secretario de Obras Públicas.
Oposición
"No queremos que vengan a Progreso a gastar dinero en un proyecto que no se necesita": Oziel Nicoli, líder de la Canaco
"No se puede dialogar con quienes no quieren oír, menos si se dedican a desinformar", declaró ayer el secretario de Obras Públicas del gobierno del Estado, Francisco Torres Rivas, al descartar más reuniones en Progreso por los trabajos del malecón.
Entrevistado en el Congreso, a donde acudió con motivo de la glosa del III Informe, el funcionario se refirió específicamente a una reunión que se efectuó anteanoche en el local de la Canaco de Progreso, que terminó en jaloneos y reclamaciones.
Según indicó, han acudido de manera respetuosa a todas las reuniones a las que los han convocado desde el 22 de octubre y se han atendido todas las peticiones que son procedentes.
Afirmó que las personas que anteanoche "agredieron" a los enviados de la Secretaría se han dedicado a desinformar sobre los trabajos. "Es mentira, por ejemplo, que fuésemos a derribar su muro, también que no se fuese a respetar la altura que piden".
Como esas, indicó, se ha cedido a varias peticiones, pero en otras, como no construir las regaderas y los baños públicos, no se cederá.
También habló de trasfondo económico y político. Por ejemplo, apuntó, uno de los que se oponen es Carlos Gómez, quien fue director de Obras Públicas en la Comuna que encabezó Enrique Magadán Villamil.
Explicó que ese ex funcionario municipal tiene un hotel en el malecón, Playa Bonita, que además se dedica a la renta de baños para los visitantes.
En lo político, aseguró que hay militantes del PAN, como "una persona de apellido Avila" que trata de aprovechar la situación y desinforma.
En Progreso, como ya indicamos en la primera página, unos 50 vecinos realizaron una manifestación para insistir en su rechazo al proyecto para remodelar el malecón.
Pidieron también la intervención del Ayuntamiento y advirtieron que no cederán en sus demandas.- DAVID DOMÍNGUEZ MASSA/Megamedia
Mientras vecinos de Progreso realizaban ayer nueva manifestación pública para expresar su descontento con el proyecto para remodelar el malecón, el gobierno del Estado advertía en esta ciudad que no habrá más reuniones con los inconformes.
"No se puede dialogar con quienes no quieren oír", argumentó el secretario estatal de Obras Públicas, Francisco Torres Rivas. "Por lo que estamos viendo, esto tiene un trasfondo político y económico, de personas que buscan tomar esta obra como bandera desinformando de lo que en realidad es y representa".
En Progreso, un grupo de habitantes que defiende la avenida actual realizó un plantón junto al monumento a Juan Miguel Castro. Considera que la inversión de $42 millones programada para el malecón es innecesaria.
Pancartas en mano, los vecinos, unos 50, pidieron públicamente a la alcaldesa María Ester Alonzo Morales que intervenga cuanto antes para detener los trabajos de remodelación y evitar "un grave problema social en Progreso".
En una reunión celebrada anteanoche en el local de la Cámara de Comercio progreseña, con funcionarios de Obras Públicas y el Ayuntamiento, más de un centenar de ciudadanos reiteró su rechazo al proyecto del malecón porque el gobierno no atendió las modificaciones que exigen. Las discusiones se tornaron ríspidas.
En alusión a ese agitado encuentro, el secretario Torres Rivas dijo que los enviados del gobierno fueron agredidos. Y recalcó: "Ya no asistiremos a más reuniones, seguiremos con los cambios que ya se acordaron".