(2)La seguridad en el Estado y los programas de desarrollo "que tienen avance en Yucatán" fueron los temas que se abordaron en la inauguración de la exposición de altares de Hanal Pixán, ayer en la Plaza Principal.
Los oradores se refirieron, en el aspecto central, a las tradiciones mayas y yucatecas en relación con los muertos. Antes del acto inaugural se desplomó la choza del altar principal. Dos personas resultaron con golpes, aunque no de gravedad.
En la inauguración también se habló de la seguridad, por ejemplo, en la intervención de Marisol Keb Moo, ganadora de un concurso de lenguas originales.
Los elogios a la gobernadora fueron continuos por la tranquilidad que, le atribuyen, se mantiene en el Estado.
En sitios cercanos, la vigilancia fue incluso con perros amaestrados. Además de agentes de la SSP, había de la Judicial del Estado, cuyo director, Carlos Cantón Magaña, acudió a la Plaza con el procurador Héctor Cabrera Rivero.
Entre freidoras
La reubicación de comerciantes en la calle 60 entre 63 y 65 causó inconvenientes y riesgos, pues los vendedores estaban en ambos lados de la arteria.
La gente apenas conseguía pasar entre freidoras, tanques de gas butano, mesas, sillas y mostradores.
A menos de una hora de la inauguración de la exposición de altares (de lo que informamos en la sección Imagen) el principal se desplomó. En el accidente sufrieron heridas menores dos personas que preparaban la choza de huano y madera.
Se indicó que cayó porque la construcción no se levantó "como debe ser", ya que no se permitió hacer agujeros para evitar "un resbalón".
Rodolfo Ix Ortega, quien tomó parte en la construcción, explicó que su experiencia como "palapero" le indicaba hacer esas horadaciones en sitios cercanos al asta bandera, en el centro de la Plaza Grande.
"No lo permitieron, nos dijeron que se hiciera sin los huecos. Les advertimos del riesgo, pero nos insistieron en que fuera así", explicó el trabajador, oriundo de Tzucacab.
Un cerdo pelón estuvo a punto de sufrir las consecuencias del desplome: sobrevivió entre palos y algunas maderas gruesas y utensilios propios de un altar.
Ix Ortega y otra persona no identificada sufrieron golpes porque estaban en el interior de la choza.
"Una madera me golpeó en un hombro. Al otro (herido) se lo llevaron, pero creo que no fue nada grave, sólo le dolía mucho un pie", expresó Ix Ortega quien dirigía las labores para recoger lo que quedó del altar mayor.
"El huano (para el techo) pesa, por eso se debían hacer los agujeros, para sembrar los sostenes principales", agregó.
