Los 47 comisarios y subcomisarios de Mérida han comenzado su integración a la era digital, con objeto de incorporar los avances de la tecnología a los esfuerzos por servir.
Durante seis semanas las autoridades en las comunidades meridanas recibirán los cursos de capacitación en la biblioteca virtual del Olimpo. El primer curso lo tomaron el sábado, a las 10 de la mañana, cuando recibieron sus primeras herramientas de la computación.
Como era de esperarse, reinaron las dudas y el desconcierto en la primera jornada.
Al comenzar los cursos de capacitación para que los comisarios de Mérida aprendan a manejar computadoras, algunos levantaban sus manos para preguntar para qué se servían las máquinas que tenían frente.
"Me da pena... no sé dónde se enciende, para qué sirve este aparatito", dijo en referencia al mouse Bernardina Baas Pech, comisaria de Kikteil, una de las comunidades más apartadas y pequeñas. La mujer tiene 60 años de edad.
Se indicó que la finalidad es facilitar la labor de los representantes de sus comunidades. Los comisarios tienen que viajar hasta Mérida para llevar solicitudes y realizar trámites.
"Con las computadoras, van a poder realizar muchos trámites por medio de correos y no van a tener que venir a Mérida, van a ahorra tiempo y dinero", dijo Rubén Valdez Ceh, director de Desarrollo Social.
El curso se inició a las 10 de la mañana del sábado. Estuvo a cargo de Jéssica Saidén Quiroz, subdirectora de Promoción Social, encargada de comisarías.
Indicó que el curso será de 10 de la mañana a 2 de la tarde, durante seis sábados. "La idea es que aprendan a utilizar la tecnología a su favor y combatir el rezago, además les va a ayudar en su labor", subrayó.
Comenzaron con el encendido del equipo, las partes de la computadora y la explicación de que para qué sirven.
"Es como una máquina de escribir, no le tengan miedo no come", dijo entre bromas Jaime Nava Martínez, instructor del curso. Para encender sus máquinas tardaron varios minutos. "Huay se es medio complicado", dijo Pastora Gil Canul, de Komchén. "Es normal, debido a que hay gente que en su vida había utilizado una computadora", dijo Nava Martíne
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