"Estamos laborando ya en el interior del edificio, en lo que es su desmantelación, como parte de los preparativos para demolerlo", explicó.
Duarte Briceño explicó que comerciantes aledaños a ese edificio pensaron que también les demolerían sus negocios, por eso hablaron de tomar acciones legales, sin embargo se trata de establecimientos privados que por lo mismo no pueden ser tocados por la Comuna.
"Hoy (por ayer lunes) arrancamos con la desmantelación del edificio, primero estamos quitando las cortinas, ventanas, todo lo que son las instalaciones de herrería, para luego proceder a la demolición", precisó.
Estimó que este proceso les llevará de tres a cuatro semanas por las condiciones en que deberán laborar, ya que se debe considerar que está rodeado de otros comercios.
La actividad permanente -continuó el funcionario- que hay entorno a La Pepita obliga a que los tareas de demolición deban ser lentos.- DAVID DOMíNGUEZ MASSA
Internamente empezaron a trabajar ayer en el edificio, para luego proceder a su demolición.
Inversión
El director de Obras Públicas del Municipio Antonio Duarte Briceño recordó que en las labores de demolición y reconstrucción se invertirán unos $27 millones.
Seis meses
Reiteró que esperan concluir en seis meses la tareas en esa sección del Lucas de Gálvez, que se comunicará con el mercado San Benito a través de un puente.
"Lo que pasa es que a lo mejor ellos sienten que no se les atiende al no darles la anuencia que quieren, eso es diferente", precisó Angélica Araujo Lara.
"La Plaza Principal no es espacio de venta", advirtió.
Ayer informamos que vendedores y artesanos ubicados en la Plaza Grande denunciaron la intención del Ayuntamiento de fomentar un enfrentamiento entre los diversos grupos para desalojarlos.
La presidenta municipal precisó que el problema es que esos vendedores "no quieren dejar la plaza, en pocas palabras, quieren seguir ocupando los espacios que ellos decidan y han estado haciendo durante muchos años, y nosotros estamos poniendo orden".
Reiteró que espera que quienes desean trabajar sean conscientes y estén dispuestos a acatar este ordenamiento que implantan y las leyes.
Recordó que pronto entrará en vigor la nueva Ley de Vialidad que prohibe que se ocupen las aceras por vendedores y también están por aprobar el reglamento de mercados que igualmente lo impide.
No en cualquier lugar
"Estamos en el ánimo de que todo aquel que quiera vender, comercializar o trabajar en esta ciudad lo pueda hacer en los espacios establecidos para ello".
Agregó que ya habló con vendedores y artesanos y se les dijo que les darían espacios para que ofrezcan sus productos, pero ya no en la Plaza Principal.
La intención es trasladarlos a Santa Lucía, al nuevo edificio de La Pepita y a un costado del Museo de la Ciudad, "se les busca alternativas, pero deben respetarlas".
"Lo que no quiero es que salgan a la calle y los tenga que quitar", finalizó
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