Publicada: 21 agosto 2011
La falta de una educación formal no le preocupa
Publicada: 21 agosto 2011
La historia de Luis Ángel bien puede ilustrar lo que cientos de niños viven, cuyo futuro no es muy halagador, ya que por su falta de preparación se perfilan escasas oportunidades de superación.
Apenas de 12 años, el niño labora con su padre como albañil. Se le ha visto en horas de la mañana y la tarde con la pala en la mano, preparando mezcla.
"Sí, aquí trabajo", expresa el menor a una pregunta.
Se podría suponer que por ser período vacacional el niño ayuda temporalmente, pero no es así, pues al preguntarle si trabaja sólo en vacaciones la respuesta sorprende: "No, no voy a la escuela". Apenas terminó la frase ignoró a su interlocutor, agarró de nuevo la pala y siguió preparando la mezcla. Su mirada y respuestas cortas denotaban desconfianza.
Los días siguientes de nueva cuenta el niño fue visto en su "centro de trabajo", la calle 64-A entre 93 y 95.
Unas veces cargando algunos pesados bultos y la más recientes en los techos que se preparan para "colar". Son largas jornadas, de sol a sol.
A escasas cuadras hay varias escuelas, pero el futuro del niño no va por ese rumbo
.