Noticias de Yucatán
(secuestro, inseguridad)
De acuerdo con datos recabados e informes de la Fiscalía General del Estado, Ángel Omar Chulím Mejía recibió amenazas telefónicas en el hotel donde trabaja en esa ciudad, se fue apresuradamente a otro centro de hospedaje, siguiendo instrucciones de los extorsionadores y "desapareció" unas horas, hasta que la Fiscalía recibió un reporte y resolvió el caso.
Tema: Delincuencia, asaltos y secuestros
(secuestro, inseguridad)
Publicada: 14 enero 2012
Un joven empleado de un hotel de Ticul fue engañado por teléfono y propició un capítulo de secuestro virtual que fue rápidamente resuelto.
De acuerdo con datos recabados e informes de la Fiscalía General del Estado, Ángel Omar Chulím Mejía recibió amenazas telefónicas en el hotel donde trabaja en esa ciudad, se fue apresuradamente a otro centro de hospedaje, siguiendo instrucciones de los extorsionadores y "desapareció" unas horas, hasta que la Fiscalía recibió un reporte y resolvió el caso.
Otro secuestro virtual
Un joven de Ticul cae en la trampa de "Los zetas"
Publicada: 14 enero 2012
Un joven de Ticul cae en la trampa de "Los zetas"
Publicada: 14 enero 2012
Hotel de Ticul donde se hospedó el joven que fingió su secuestro ayer (2)
A pesar de las reiteradas advertencias de las autoridades, Ángel Omar Chulim Mejía, empleado de un hotel de Ticul, cayó en la trampa de supuestos "Zetas" y protagonizó otro caso de secuestro virtual en Yucatán, que movilizó a unos 80 agentes de la Fiscalía General del Estado, Secretaría de Seguridad Pública y de la Policía Federal.
El recepcionista, estudiante de bachillerato, recibió anteanoche a las 10 una llamada de los delincuentes, proveniente de Tamaulipas, quienes lo amenazaron de que lo matarían a él y a sus familiares si no seguía sus indicaciones.
Asustado y luego de proporcionar una serie de datos que le pidieron, el empleado dejó descolgado el teléfono del hotel y se trasladó a otro, donde se hospedó en una habitación, tal como le habían ordenado sus secuestradores virtuales.
Poco después, en el cambio de turno que se realiza antes de la medianoche, Sergio Sabido, encargado del hotel y restaurante "Villa Real", propiedad de César Villareal, ubicado en la calle 23 entre 26-A y 28, a una cuadra de la comandancia municipal, le extrañó no ver a Chulim Mejía, que hubieran cosas revueltas y que el teléfono estuviera descolgado.
El encargado reportó los hechos al dueño del hotel, quien a su vez dio parte a la policía municipal, lo que comenzó a activar a los demás cuerpos de seguridad ante la desaparición del joven empleado.
El reporte prendió más la alerta cuando al día siguiente, temprano, los familiares recibieron una llamada de los supuestos "Zetas", quienes les dijeron que tenían secuestrado a Chulim Mejía y tenían que pagar $250,000 por su rescate. Fue la primera de varias exigencias del pago.
Los delincuentes también le llamaron al dueño del hotel y le exigieron $50,000 para liberar a su empleado. Los presuntos secuestradores habían dado un plazo hasta las nueve de la mañana de ayer para pagar el rescate o de lo contrario le cortarían un brazo a la víctima.
En el transcurso del día, la familia recibió varias llamadas, en tanto que la policía implementó retenes.
Los agentes catearon a tres personas: Roger Ayuso, Mario Mena y a uno de apellido Díaz, quienes estaban cerca del hotel a la hora del "secuestro". La magnitud de la operación de los policías federales y estatales, fuertemente armados, que recorrían los hoteles, causó alarma en la ciudad.
Minutos antes de la una de la tarde el caso dio un giro de 180 grados: policías de élite del Grupo Roca dieron con Omar Chulim, quien estaba escondido en la habitación 217 del hotel "San Antonio", de la calle 26 con 25-A de Ticul.
Marco Gutiérrez, encargado del hotel, dijo que el joven pagó $260 por la habitación y que estuvo llamando constantemente por celular.
"Hoy (ayer) bajó y preguntó por los desayunos, pero al ver las patrullas se desesperó y empezó a comerse la uñas".
En las averiguaciones se supo que "Los zetas" le ordenaron al joven que apagara y prendiera su celular cada media hora. Asustado por las amenazas, Chulim no llamó a su casa para decir dónde estaba y contar lo que le sucedía, lo que habría terminado con este episodio, producto de la ingenuidad y del desconocimiento de lo que se debe hacer en estos casos. Es un caso parecido al que vivió hace unos meses Jéssica Caamal en esta ciudad.- Sergio Iván Chi
El recepcionista, estudiante de bachillerato, recibió anteanoche a las 10 una llamada de los delincuentes, proveniente de Tamaulipas, quienes lo amenazaron de que lo matarían a él y a sus familiares si no seguía sus indicaciones.
Asustado y luego de proporcionar una serie de datos que le pidieron, el empleado dejó descolgado el teléfono del hotel y se trasladó a otro, donde se hospedó en una habitación, tal como le habían ordenado sus secuestradores virtuales.
Poco después, en el cambio de turno que se realiza antes de la medianoche, Sergio Sabido, encargado del hotel y restaurante "Villa Real", propiedad de César Villareal, ubicado en la calle 23 entre 26-A y 28, a una cuadra de la comandancia municipal, le extrañó no ver a Chulim Mejía, que hubieran cosas revueltas y que el teléfono estuviera descolgado.
El encargado reportó los hechos al dueño del hotel, quien a su vez dio parte a la policía municipal, lo que comenzó a activar a los demás cuerpos de seguridad ante la desaparición del joven empleado.
El reporte prendió más la alerta cuando al día siguiente, temprano, los familiares recibieron una llamada de los supuestos "Zetas", quienes les dijeron que tenían secuestrado a Chulim Mejía y tenían que pagar $250,000 por su rescate. Fue la primera de varias exigencias del pago.
Los delincuentes también le llamaron al dueño del hotel y le exigieron $50,000 para liberar a su empleado. Los presuntos secuestradores habían dado un plazo hasta las nueve de la mañana de ayer para pagar el rescate o de lo contrario le cortarían un brazo a la víctima.
En el transcurso del día, la familia recibió varias llamadas, en tanto que la policía implementó retenes.
Los agentes catearon a tres personas: Roger Ayuso, Mario Mena y a uno de apellido Díaz, quienes estaban cerca del hotel a la hora del "secuestro". La magnitud de la operación de los policías federales y estatales, fuertemente armados, que recorrían los hoteles, causó alarma en la ciudad.
Minutos antes de la una de la tarde el caso dio un giro de 180 grados: policías de élite del Grupo Roca dieron con Omar Chulim, quien estaba escondido en la habitación 217 del hotel "San Antonio", de la calle 26 con 25-A de Ticul.
Marco Gutiérrez, encargado del hotel, dijo que el joven pagó $260 por la habitación y que estuvo llamando constantemente por celular.
"Hoy (ayer) bajó y preguntó por los desayunos, pero al ver las patrullas se desesperó y empezó a comerse la uñas".
En las averiguaciones se supo que "Los zetas" le ordenaron al joven que apagara y prendiera su celular cada media hora. Asustado por las amenazas, Chulim no llamó a su casa para decir dónde estaba y contar lo que le sucedía, lo que habría terminado con este episodio, producto de la ingenuidad y del desconocimiento de lo que se debe hacer en estos casos. Es un caso parecido al que vivió hace unos meses Jéssica Caamal en esta ciudad.- Sergio Iván Chi
Tema: Delincuencia, asaltos y secuestros
En contexto:
Cronología | Desaparición del empleado de un hotel
A continuación, un relato cronológico de lo ocurrido.
Ángel Omar Chulím Mejía recibe la llamada de los supuestos "Zetas", quienes lo amenazan y lo inducen a su autosecuestro virtual, el cual causó alarma en Ticul.
Gary Casandra Chan López, su pareja sentimental, recibe la llamada del presunto secuestrador, "comandante de los Zetas", para decirle que tenían a Chulim Mejía.
César Villareal Sabido, propietario del hotel, reporta la desaparición de su empleado.
Agentes ministeriales detienen a una persona que iba a bordo de un vehículo de lujo reportado como robado. Lo relacionan con el supuesto secuestro.
Los "zetas" llaman a los padres de la víctima para pedir dinero por el rescate.
La policía ubica a Omar Mejía en el hotel "San Antonio"
A continuación, un relato cronológico de lo ocurrido.
Ángel Omar Chulím Mejía recibe la llamada de los supuestos "Zetas", quienes lo amenazan y lo inducen a su autosecuestro virtual, el cual causó alarma en Ticul.
Gary Casandra Chan López, su pareja sentimental, recibe la llamada del presunto secuestrador, "comandante de los Zetas", para decirle que tenían a Chulim Mejía.
César Villareal Sabido, propietario del hotel, reporta la desaparición de su empleado.
Agentes ministeriales detienen a una persona que iba a bordo de un vehículo de lujo reportado como robado. Lo relacionan con el supuesto secuestro.
Los "zetas" llaman a los padres de la víctima para pedir dinero por el rescate.
La policía ubica a Omar Mejía en el hotel "San Antonio"