Secuelas del mal gobierno

30 octubre 2012
Noticias de Yucatán ()


Daniel Jesús Carrillo Polanco (*)
Martes, 30 de octubre de 2012  -  Edición impresa
Evitables
Los efectos nocivos de las malas administraciones municipal y estatal que recientemente terminaron no sólo afectan durante el tiempo que duran, sino que van más allá del tiempo que les corresponden.
Los malos gobiernos son como las enfermedades que dejan secuelas que a veces tardan más de lo que dura el propio mal o incluso son para toda la vida. Por ejemplo, si un enfermo de sarampión no se cuida adecuadamente, se puede quedar con las marcas en todo el cuerpo.
Algo similar ocurre tras una mala administración: nos dejaron una ciudad y un estado enfermos y, aunque las responsables duraron dos años para Mérida y cinco para Yucatán, que se prolongará por otros seis, las secuelas están tardando mucho más tiempo.
Un ejemplo del mal que se le causó a la ciudad está en los baches, ya que durante dos años se dejó de hacer lo propio para controlar su aparición o incluso para evitar que surgieran. Ya terminó la gestión y los baches siguen.
Y qué tal la deuda que se prolongará para los próximos 25 años (más de cuatro sexenios enteritos). Tanto dinero despilfarrado necesariamente tendrá que ser devuelto, de modo que por muy eficaces que sean las gestiones siguientes verán afectados sus proyectos. Y si no pagan a tiempo la deuda heredada corren el riesgo de que crezca más por intereses y otros recargos.
Lo mismo ocurre con la iluminación; hoy vivimos en una ciudad oscura e insegura a consecuencia de las pésimas decisiones de aplicar una supuesta medicina que no sólo no era necesaria, porque el alumbrado estaba bien, sino que incluso resultó nociva.
Se suponía que el cambio era para mejorar el servicio y al mismo tiempo obtener ahorros; hoy podemos palpar que el resultado fue exactamente lo contrario, pues el servicio es de pésima calidad y no existe ahorro alguno.
Lo mismo podemos decir del supuesto mejoramiento del centro histórico que en los últimos días ha sido blanco de justificadas, numerosas quejas y críticas de comerciantes y peatones. Éstos son ejemplos claros de los graves daños y perjuicios que se ocasiona a toda una comunidad que, en vez de avanzar, tiene que volver a gastar dinero, tiempo y esfuerzos en lo mismo.
Hoy, en vez de estar resolviendo y subsanando problemas heredados, las autoridades en turno deberían avanzar en la solución de otros que tienden a agravarse y a ampliarse, como consecuencia del crecimiento natural de la ciudad.
Calles nuevas que deberían ser pavimentadas o iluminadas tendrán que esperar hasta que se logre corregir las que quedaron mal y que ya deberían estar bien.
Así como hay enfermedades naturales prevenibles, los males sociales también lo son e incluso tienen vacuna, el caso es que la sepamos aplicar en el momento adecuado (electoral) al igual que los refuerzos (exigencia de resultados) para minimizar el mal.
Lo terrible es que los generadores y las generadoras de las enfermedades sociales sigan en puestos públicos ocasionando efectos nocivos para la sociedad o sigan campantes a la espera de seguir afectando a toda una comunidad.- Mérida, Yucatán.
dajecapo@hotmail.com
—–
*) Maestro en comunicación política y marketing electoral y consejero estatal del PAN
En vez de estar resolviendo y subsanando problemas heredados, las autoridades en turno deberían avanzar en la solución de otros
compartir en facebook compartir en twitter compartir en google+

Visitas

Opinión

Elecciones

Nota Destacada